Vidas que reflejan el corazón de Dios. Reto de Navidad Día 16

En este Reto de Navidad estamos llegando al día 16 y nos corresponde reflexionar en el capítulo 16 de Lucas. Quiero centrarme en la historia del rico y Lázaro que está en Lucas 16:19-31. Pido a Dios que en este devocional encontremos la inspiración para vivir vidas que reflejan el corazón de Dios y que podamos compartir el amor de Jesús a los que tenemos cerca.

Cómo tener vidas que reflejan el corazón de Dios

En la historia del rico y Lázaro, Jesús no nos dice que los ricos van al infierno y los pobres al cielo. Dios, que conoce cada corazón, determinó sus destinos. Este relato nos invita a reflexionar sobre loo que es importante y cómo vivimos nuestras vidas en este mundo. El verdadero mensaje de este pasaje es un llamado a vivir con propósito, compasión y fe mientras estamos en este mundo.

El rico vivía rodeado de lujos, indiferente a la miseria de Lázaro, que yacía a su puerta. Su error no fue ser rico, sino ignorar el sufrimiento ajeno. Lázaro, a pesar de su pobreza, fue recibido en el cielo porque su corazón estaba en Dios.

Dios nos habla

Esta Navidad es un tiempo perfecto para reflexionar: ¿Cómo está nuestro corazón? ¿Vivimos para acumular o para compartir? Dios nos llama a ser generosas, a tender la mano a quienes necesitan ayuda. La vida es un regalo que debemos administrar con amor y sabiduría.

El pasaje también nos recuerda que, una vez que dejamos este mundo, nuestras decisiones terrenales no se pueden cambiar. Hoy es el día para buscar a Dios, amar y hacer el bien.

Este texto nos recuerda que el tiempo para buscar a Dios y hacer el bien es ahora. Cuando dejamos este mundo, nuestras decisiones están selladas, es decir, no se pueden cambiar; ya no habrá oportunidad de cambiar nuestro destino ni se podrá hacer nada por los que se quedan en la tierra.

Hoy es el día para buscar a Dios, amar y hacer el bien. Por eso, debemos vivir cada día con la mirada puesta en lo eterno, confiando en Dios y mostrando su amor a quienes nos rodean. Esas son las vidas que reflejan el corazón de Dios y es lo que nos conviene para esta existencia y la para la vida eterna.

Reflexión final

En esta temporada navideña, nos toca vernos como Jesús, quien vino a dar esperanza y amor a los necesitados. Mira a tu alrededor: ¿hay alguien que necesita de tu apoyo, ánimo o generosidad? Tal vez una vecina que esté pasando por dificultades, una familia con necesidades económicas o incluso alguien que necesite una palabra de consuelo.

Oración:

«Señor, gracias por el regalo de la vida. Ayúdame a vivir con un corazón generoso y atento a las necesidades de los demás. Que mi fe en Ti se refleje en mis acciones diarias. Amén.»

Recuerda, cazadora: el amor que compartes deja una huella eterna. ¡Vive con propósito y esperanza en Cristo!

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Que la mano de bendición esté sobre tu vida, tu amiga,

Lidia E. Cames

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