Sueña los sueños de Dios

Para algunas puede parecer muy romántico pensar que alguien sueña los sueños de Dios. Para otras, puede ser demasiado osado o atrevido. Tal vez a alguien más le produzca miedo tan sólo pensar en tener los sueños de Dios en el corazón.

La verdad es que el deseo de Dios es que nosotras nos atrevamos a soñar sus sueños. Nosotras somos el instrumento para que Dios haga su voluntad sobre la tierra. Dios quiere usarte a ti y a mí, así como hizo con María la madre de Jesús.

Ahora sueña los sueños de de Dios

¿Cómo empezamos?

Hacer a un lado tus deseos e intereses. Tus deseos personales impiden que la voluntad de Dios se cumpla en ti, es necesario que vacíes tu corazón de tu propia voluntad y tus propios sueños.

Renunciar al «YO» para que Él pueda tomar su lugar en tu corazón y acomodar SUS sueños y SU voluntad, que son mejores que lo que tu mente carnal pueda imaginar.

Cuando renuncias a lo que tú deseas siempre habrá una dosis de dolor, pero hay una recompensa cuando te dejas guiar por los planes de Dios. Hay mayor disfrute en hacer la voluntad de Dios, haciendo todo para la gloria y la honra del Rey de reyes.

Te animo a que hoy pongas tus deseos y voluntad a los pies de Jesús y permitas que Él siembre sus más dulces sueños en tu corazón. Será la experiencia más hermosa que hayas tenido en toda tu vida. Atrévete a decirle al Señor como María le dijo:

«María respondió: Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí». Lucas 1:38

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Que Dios te bendiga abundantemente, tu amiga,

Lidia E. Cames

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