Puerta abierta para mujeres que avanzan despacio
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30 agosto, 2023Todas enfrentamos pruebas que llegan a abrumarnos bastante. La ansiedad y el temor nos persiguen, y las preocupaciones amenazan con desviar nuestra mirada de lo que Dios dice en su Palabra. Sin embargo, nosotras somos mujeres que caminan hacia los milagros del Todopoderoso, por eso necesitamos mantenernos con toda nuestra atención en su Palabra y su amor para nosotras.
Así lo creyó y lo confesó el salmista:
«Tú eres el Dios de los milagros y maravillas». Salmo 77:14 NBV
Este versículo nos recuerda que tenemos un Dios que opera sobrenaturalmente en nuestra vida y nuestras circunstancias.
No importa cuán dura sea la batalla que enfrentamos. Lo que debe ser importante es que sepamos que nuestro Dios hace milagros y maravillas.
Es inevitable sentir temor, ansiedad o preocupación cuando vemos lo que nos rodea. Pero yo te animo a que encima de todo lo que puedas sentir, siempre prevalezca tu fe en el único Dios que hace milagros sorprendentes.
No se trata de ignorar las dificultades, sino de confiar en un Dios que es más grande que cualquier problema. Ante cada circunstancia difícil que atravesamos, nuestra fe debe prevalecer sobre el miedo. Recordemos que el Señor nos manda a ser fuertes y valientes.
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Confiemos en esta verdad y vamos a confesarla con toda la fe de nuestro corazón. Tengamos en cuenta el poder de nuestras palabras declaradas en fe. ¡Qué poderoso es proclamar en voz alta que servimos a un Dios que hace milagros asombrosos!
Somos mujeres que caminan hacia los milagros
En los momentos de incertidumbre, invoquemos su presencia con una oración en la que afirmamos nuestra fe decidida:
«Señor, reconozco que eres el Dios de los milagros y maravillas. Mi confianza está en ti, y estoy segura de que tu mano de poder actuará en mi favor. Te agradezco, mi Dios, por lo que estás haciendo en mi vida ahora mismo”.
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Aunque las pruebas sean difíciles, siempre nos brindan la oportunidad de ser testigos del amor incondicional de nuestro Padre. Mi oración es que en medio de las tormentas, afiancemos nuestra fe en el Dios que calma las aguas agitadas y hace florecer la esperanza en los lugares más desérticos.
Nos toca creer que su promesa es firme: en su tiempo perfecto, veremos los milagros que ha planeado para cada una de nosotras. Así es como viven las mujeres que caminan hacia los milagros.
Así que sigamos adelante, con la certeza de que nuestro Dios está obrando en lo invisible, preparando un paquete de milagros en cada área de nuestras vidas. Hagamos que cada día esté lleno de gratitud y expectativa por lo que está por venir.
Mantengamos nuestras mentes y corazones arraigados en la verdad de Su Palabra y caminemos con confianza hacia el futuro, sabiendo que somos hijas del Dios de los milagros y maravillas.
Que el Señor te guarde y te fortalezca en todo momento, tu amiga,
Lidia E. Cames
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