Gracias por la vida Padre celestial

A Dios le damos gracias por la vida en abundancia que tenemos por medio de Cristo Jesús. Así que te sugiero que suspendas un minuto cualquier actividad y levanta tus ojos al cielo, alza tu corazón ante el Dios que vive y reina para siempre.

Al Dios que te creó. El es quien determinó que seas la persona que eres hoy y la que serás mañana.

Agradécele las cosas buenas y maravillosas que te ha dado y también por las que no te ha dado. Esto último es porque seguramente de algo te está librando.

Medita un poco y encontrarás por lo menos cinco cosas por las cuales puedas dar gracias a Dios en este día…

¿Puedo sugerirte algunas?

• Puedes ver.
• Puedes respirar.
• Te puedes mover.
• Tienes un techo.
• Tienes ropa para vestirte.
• Hay por lo menos una persona que te ama.

Cuando tú agradezcas de corazón a Dios, Él sonreirá y te acariciará con un gesto íntimo que despeinará tu cabello. Hoy vas a sentir su amor muy dentro de tu corazón.

Una mujer agradecida es una mujer que recibe amor, porque el agradecimiento echa fuera la desconfianza y la dureza del corazón. El agradecimiento te sensibiliza para recibir y disfrutar del amor de Dios.

Una mujer agradecida es una mujer feliz, porque el agradecimiento también te ayuda a eliminar la incomodidad, el enojo y el resentimiento.

Por último, una mujer agradecida es una mujer llena de paz, porque el agradecimiento saca de tu vida la preocupación, la ansiedad y el deseo de controlarlo todo.

Una oración para dar gracias por la vida:

“Señor, hago un alto en mis actividades para reconocer que todo lo que soy, lo que tengo y lo que hago es porque has tenido misericordia de mí.

Te doy gracias por la vida porque me has amado desde el principio de los tiempos. Agradezco tu amor, y todo lo que has hecho para que yo sea feliz. Amén”.

Meditar en este fragmento de un versículo de la Biblia te ayudará:

«…Y den gracias a Dios siempre». Colosenses 3:15 PDT

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Que Dios bendiga tu vida con abundancia, tu amiga,

Lidia E. Cames

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