El pan de cada día

El pan de cada día significa tu provisión diaria para suplir tus necesidades. Dios ya determinó dártela, ya está asignada, sólo tienes que pedirla. Jesús lo estableción en el ejemplo de oración que les dio a sus discípulos.

Así está escrito:

«El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy». Mateo 6:11

Si ya tenemos promesas de provisión, podría parecer que quizá no sea muy seguro que Dios cumpla. Pero no es así amiga. Él siempre cumple, además sus promesas son fieles, eternas y verdaderas.

También te gustará leer: La promesa de un Dios proveedor

Claro que el Señor suplirá en este día y siempre.

Entonces, ¿cuál es la razón por lo que tenemos que pedir por algo que ya prometió? 

Es necesario pedir lo que corresponde para este día con acción de gracias y en actitud de adoración. Te animo a meditar un poco en las siguientes reflexiones:

¿Por qué tenemos que pedir el pan de cada día?

Entiendo que hay dos razones para orar por lo que necesitamos para cada día:

1.- Porque Dios quiere escucharte en oración, a Él le agrada que le pidas en adoración, reconociendo que todo lo que recibes cada día, viene de su mano.

Por esa razón, acércate a pedirle el pan de cada día. 

2.- Para aprender a depender de Dios. No confíes en tu trabajo o en otras personas, sólo confía en tu Padre Dios.

Esta es otra buena razón para pedir a Dios la provisión del día.

¿Y si no provee? No te preocupes.

Él ya se ha encargado de preparar tu bendición diaria: en tu cuerpo físico, en tu alma, en tu espíritu, o en el área donde lo necesitas. Por lo tanto, todo te lo dará. No te preocupes.

Aunque a veces no veas la provisión anticipada, seguramente llega en el momento justo, porque Dios siempre llega a tiempo. Él siempre cubre todas tus necesidades.

Habrá alimento en tu mesa, se pagarán las facturas, los servicios y tendrás para compartir con el pobre.

Oramos:

“Gracias Señor, porque tú me provees y suples en todas las áreas de mi vida. Deposito en ti todas mis ansiedades y reconozco que sólo de tu mano viene toda clase de bien.

Gracias por el trabajo que me proporcionas, por la fuerza que me das para realízalo y sé que nunca hará falta nada en mi familia. En el nombre de Jesús”.

Querida amiga lectora, que Dios se complazca hoy con tu oración y que nunca falte el pan de cada día en tu mesa.

Si te gustó el mensaje compártelo en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, deja tus datos en el botón «Suscribirse».

Te abrazo con amor,

Lidia E. Cames

Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas