El buen tesoro de tu corazón

Dentro de tu corazón tienes un tesoro que se ha acumulado a través de tu vida. Lo ideal es que puedas decir que ese es el buen tesoro de tu corazón. Analicemos lo que dijo Jesús acerca de esto:

«Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón». Lucas 6:45 NTV

Lo que hablas y haces da a conocer lo que hay en tu corazón. Así es como tú muestras el tesoro de tu corazón: hablando y haciendo. 

Llena tu corazón de cosas buenas para que las cosas malas que pudieran estar allí se desintegren.

Algunas veces tu corazón ha sufrido algunas heridas, y sin darte cuenta se empieza a generar dolor, rechazo, depresión, resentimiento.

Por más que intentas tener una buena actitud, aparentar que estás feliz, no siempre lo logras. Aun así, las veces que lo logras tu corazón sigue sintiéndose igual.

Cómo mejorar el tesoro del corazón

Recuerda siempre que todo lo bueno viene del Señor. Acude a Él para que lo que reflejas no sea fingido (¡eso es muy cansado!), sino auténtico y verdadero.

Si abres tu corazón al perdón, amor, gozo y paz que viene de Dios, eso será lo que tú muestres al mundo que te rodea.

No será difícil amar, perdonar y estar alegre. Tu carácter será tranquilo para con los que están a tu alrededor.

Decide en el nombre de Jesús que hoy vas a mostrar al mundo la gloria, la misericordia y la santidad de Dios que abundan en el buen tesoro de tu corazón. 

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Oramos por el buen tesoro de tu corazón: 

«Padre Dios, abro mi corazón a ti para que lo limpies de todo aquello que no te agrada y que a mí me causa daño. 

En el nombre de Jesús echo fuera todo resentimiento, tristeza, desánimo y enojo. Pongo en tus manos mis inquietudes, preocupaciones y problemas. 

Te pido que llenes mi corazón con tu amor, gozo y paz; permite que mi boca sea una fuente de bendición. Quiero mostrar al mundo todo lo bueno que tú pongas en mi corazón. En el nombre de Jesús».

Cazadora bella, esto es un proceso que lleva tiempo. No se logra de la noche a la mañana, pero Dios te ayudará en el camino.

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Lidia E. Cames

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