Dios te salva de todo peligro

Estoy segura que tú sabes que Dios te salva de todo peligro, y cada vez que alguien tiene temor por algo le das ánimo con esta palabra, ¿verdad? Yo también.

Pero no se trata sólo de decirlo y creerlo: Se trata de vivirlo y de ponerlo en práctica cuando la situación atemorizante te amenace.

No es lo mismo cuando nos toca estar del otro lado. Me ha pasado que lo mismo que yo le digo a alguien, es lo que yo necesito aplicarlo a mi vida.

Yo encontré en la Biblia que cuando al rey David lo perseguían para matarlo, él se fortalecía de este modo:

«El Señor es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?». Salmo 27:1 NBLH

Cree que Dios te salva de todo peligro

En las circunstancias difíciles tienes la oportunidad de ejercitar lo que has creído: que Dios es tu luz y tu salvación. Porque es muy fácil decir esta palabra cuando nada te provoca temor.

Cuando todo va bien fluye la valentía y la claridad, ¿verdad? 

En los tiempos de paz es cuando aprovechas para afianzarte en su fuerza y en poner cimientos firmes en tu confianza en Dios. De esa manera, cuando llega la época de tormentas, tú estás bien arraigada en Cristo, la Roca firme y segura. Él es la fortaleza que nos cubre de todo daño. 

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Podrán estar muy fuertes los vientos, muy altas las olas o muy negra la oscuridad; pero si tú realmente crees que Dios es tu guía, tu salvación y tu fortaleza, rechazarás la aflicción y la preocupación.

Entonces, cuando estás convencida de que Dios te salva de todo peligro, una paz sobrenatural llena tu ser, confiando en que el Señor no dejará que nada ni nadie te dañe.

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Que Dios guarde tu vida, tu amiga,

Lidia E. Cames

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