Cómo tener fortaleza en la tormenta

Dios quiere hoy instruirte acerca de cómo tener fortaleza en la tormenta a través de su Palabra.

La verdad es que cuando pasamos por grandes problemas, nos sentimos tentadas a abandonarnos a la queja y a la tristeza por la situación que vivimos.

Pero ¿qué crees?

Dios espera que tú y yo seamos fuertes en medio de cualquier crisis que atravesemos. Él mismo nos lo dice:

«Yo te pido que seas fuerte y valiente». Josué 1:9 TLA

Para lograrlo necesitamos tomar decisiones aunque nos duela mucho la situación que estamos pasando.

En el Salmo 103 encuentro yo una idea excelente para fortalecernos:

«¡Con todo las fuerzas de mi ser lo alabaré y recordaré todas sus bondades!

Mi Dios me perdonó todo el mal que he hecho; me devolvió la salud, me libró de la muerte, ¡me llenó de amor y de ternura!

Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas!». Salmo 103: 2-5 TLA

Cómo tener fortaleza en la tormenta

Aquí indentificamos tres herramientas efectivas que nos ayudan a formarnos con un carácter fuerte y valiente:

1. Agradecimiento

«El Señor es mi fortaleza y mi escudo, en Él mi corazón confía. Me ha socorrido y estoy alegre, con mis cantos le doy gracias». Salmo 28:7 BLPH

En el agradecimiento hay fuerza nueva, porque El Señor es nuestra fortaleza.

Empecemos dando gracias por cada cosa buena que tenemos hoy. No importa que estés pasando por una gran prueba (siempre hay algo bueno para agradecer a Dios).

Demos gracias porque podemos contar con Él, a pesar de las dificultades nos mantenemos en pie gracias a su misericordia.

Agradezcamos por el consuelo que tenemos en la oración, donde Él nos escucha y nos consuela.

2.- Alabanza

¿Qué te parece si hoy intentamos rendirle alabanza y adoración? Pongamos al pie de la cruz todo lo que nos mortifica, soltemos todo en manos de Dios y descansemos en su generosidad para nosotras.

Es cierto que a veces tenemos que hacer un gran esfuerzo para alabar a Dios en medio de las crisis; pero te aseguro que hay grande bendición en ello. Aquí te comparto una sugerencia:

“Señor, ¡con todas las fuerzas de mi ser te alabaré y recordaré todas tus bondades!

Te doy gracias porque me perdonaste todo el mal que he hecho, me devolviste la salud, me libraste de la muerte, me llenaste de amor y ternura.

Tú me das siempre todo lo mejor y ¡me haces fuerte como las águilas! Amén”. (Adaptación del Salmo 103:2-5 TLA)

Después exaltamos su nombre con alabanzas para su gloria y honra. Podemos cantar alguna canción que nos sepamos o podemos leer algún salmo.

Desde el 95 hasta el 99 son salmos de alabanza y nos ayudarán cuando no sepamos cómo alabar a Dios.

A medida que alabamos a Dios, es seguro que nos llenaremos de gozo y paz en la medida que le alabemos y después podremos sobrellevar las dificultades, llenas de su fortaleza.

3.- Hacer memoria

Otra forma de generar fortaleza es recordando todo lo que Dios ha hecho a nuestro favor en el pasado.

Seguramente antes ya has tenido situaciones muy difíciles, sin embargo, Él te ha dado su mano y has salido de ahí, ¿no?

Haz memoria de cómo extendió su mano hacia ti y te sorprendió con su ayuda. Algunas veces has visto su poder sobrenatural actuando en esa tormenta.

Fortalécete creyendo que así como te ayudó en el pasado, lo seguirá haciendo ahora, porque Dios sigue siendo el mismo, Él es fiel y no cambia jamás.

Me despido:

Amiga, recuerda siempre cómo tener fortaleza en la tormenta, porque siempre las tendremos y lo más conveniente es que busquemos la mejor fuente de poder que podemos tener: Alabar a nuestro Padre celestial.

Siempre es mucho mejor agradecer, contar todos los regalos que nos da el Señor y bendecir su nombre porque Él es bueno.

El resultado de poner en práctica estas tres herramientas, está en el versículo 5: «¡me hace fuerte como las águilas!».

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Lidia E. Cames

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