Tremendas cosas hará Dios en ti
17 febrero, 2015El Señor te perfecciona
17 febrero, 2015Cuando alguien busca la paz que Dios requiere en su Palabra, empieza (como yo) pensando en una dirección: No tener problemas con la gente.
Y aunque así fuera, no nos gusta mucho este mandamiento, porque significa dejar pasar muchas ofensas, no reaccionar ante las actitudes de otras personas y más cosas por el estilo.
Antes yo estaba segura que ‘estar en paz con todos’ significa que todos te sonrían, que todos te saluden y te abracen, o simplemente que no peleas con nadie.
Y esto es cierto, aunque sólo en parte: La parte complementaria de estar en paz con todos se refiere a que tú estés bien con respecto a las demás personas.
El versículo bíblico va más allá de no tener problemas con las demás personas. Dice así:
«Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa». Hebreos 12:14 DHH
Cómo se busca la paz
La santidad se refiere a lo que tenemos en el corazón. Y esto se refleja en nuestras palabras y acciones para los que nos rodean.
Conoce más de la santidad aquí: Qué es vivir en santidad
Entonces, buscar la paz no sólo significa que los demás estén bien contigo, porque los demás son libres de tomar decisiones con respecto a sus conductas hacia ti.
Sino que la paz nace en ti, en tu pensamiento, en lo que sientes hacia los demás.
Eres tú quien debe vivir en tranquilidad, tú puedes controlar lo que piensas y sientes acerca de las personas que te ofenden.
Por eso Dios utiliza el verbo «buscar», porque es algo que tenemos que procurar intencional y voluntariamente.
En otra versión es la palabra «seguir», lo que nos da la idea de dar pasos o avanzar hacia un lugar con una meta determinada, en este caso, es la paz.
Aquí nos toca tomar decisiones.
Si decides pensar mal del que te ofendió, si decides tener enojo hacia la persona que te lastimó, entonces no hay paz en tu corazón para con los demás… y la única persona atormentada en este caso eres tú.
Concluimos:
Amiga, lo primero es estar en paz contigo misma y el siguiente paso es ejercitar la paz con los que tú convives en tu vida diaria.
No es fácil cambiar los pensamientos y emociones si lo intentas en tus propias fuerzas. Pero tienes al Espíritu Santo viviendo en ti para ayudarte cada vez que tú se lo pidas.
Recuerda que el Espíritu Santo es el mismo Dios Poderoso dirigiendo tu vida. Déjate guiar por Él y entonces tendrás paz para con todos.
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Que Dios te bendiga con su paz, tu amiga,
Lidia E. Cames
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2 Comments
Eres de grán bendición.
Gracias a Dios… tú que estás del otro lado de la pantalla, también lo eres para mí! Dios te bendiga!