Atravesando valle de lágrimas
21 mayo, 2015
Jesús te da descanso
22 mayo, 2015
Querida cazadora de promesas, una mujer que marca la diferencia en su hogar, en su trabajo, en su vecindario y donde se mueve, es una mujer que brilla.
Tú y yo somos hijas de Dios, por lo tanto estamos llamadas a marcar la diferencia en nuestro entorno y a mostrarle al mundo quién es nuestro Dios.
Dios ha puesto de su gloria y su poder en nuestro ser para que brillemos en este mundo y hagamos la diferencia en la vida de los que se cruzan en nuestro camino.
En medio de toda maldad, corrupción y oscuridad nuestra tarea consiste en ser distintas.
¿Cómo podemos marcar la diferencia?
Nos toca ser buenas, íntegras y amorosas; sin murmurar, sin criticar, sin pelear y sin discutir.
¿Por qué?
Porque así lo dice la Biblia:
«Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones, para que nadie encuentre en ustedes culpa ni falta alguna, y sean hijas de Dios sin mancha en medio de esta gente mala y perversa. Entre ellos brillan ustedes como estrellas en el mundo». Filipenses 2:14, 15 DHH
Todo lo que Dios te ha dado debe ser usado para que el mundo conozca a Cristo como su Salvador.
Marca la diferencia desde ahora
Vivamos de manera que a todos se les antoje vivir en los caminos de Dios. Marquemos la diferencia en el mundo, como corresponde a los verdaderos hijos de Dios.
Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, por eso nunca lo lograremos con nuestro propio esfuerzo.
Recordemos que tenemos al gran ayudador, al Espíritu Santo que lo envió Jesús para que haga la obra en nuestros corazones y podamos hacer la voluntad de Dios.
Oremos:
«Espíritu Santo, ayúdame a establecer la voluntad de Dios hoy en mi vida, porque quiero ser alguien que marca la diferencia en este mundo.
Guíame a marcar de manera positiva el destino de las personas que se encuentren cerca de mí.
Hazme brillar con tu luz en medio de las situaciones que se me presenten en este día.
Asimismo te pido que me dirijas a decidir siempre lo que es bueno y agradable delante de ti. Que tu nombre sea glorificado a través de lo que yo haga.
En el nombre de Jesucristo. Amén.»
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Que la luz de Jesús brille a través de ti, tu amiga,
Lidia E. Cames
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