5 principios para cultivar la paz interior
6 agosto, 2024Cómo confiar en el propósito de Dios
26 agosto, 2024Amiga, tú y yo nunca estaremos exentas de enfrentar adversidades que pondrán a prueba nuestra fe. El mensaje de hoy, nos invita a reflexionar sobre el nivel más alto en la fe de una mujer cristiana que Dios nos llama a tener. Esta confianza no solo nos ayuda a enfrentar las adversidades, sino que también nos acerca más al corazón de Dios, reconociendo su amor y soberanía, incluso en los momentos más oscuros.
El ejemplo de Job en tiempos de prueba
Tenemos un ejemplo en la vida de Job, cuando perdió a su familia, sus empleados, sus propiedades y hasta su salud. Él tuvo la valentía de expresar su confianza en Dios de la siguiente manera:
«Aunque el Señor me mate, yo en Él confío». Job 13:15 RVC
Esta es una de las expresiones más profundas de fe y confianza en Dios que podemos encontrar en las Escrituras. Job, en medio de su gran dolor y sufrimiento, nos muestra un nivel de fe que quizá no podamos comprender. Su declaración no es solo una muestra de esperanza, sino una entrega total al amor y la soberanía de Dios, incluso cuando todo parece perdido.
El nivel más alto en la fe de una mujer cristiana
A veces, podemos enfrentar situaciones que parecen insuperables: enfermedades, pérdidas, decepciones, y momentos de oscuridad que nos hacen cuestionar el propósito de nuestro sufrimiento. Sin embargo, Job nos enseña que la verdadera fe no se trata de evitar el dolor o las pruebas, sino de mantener nuestra confianza en Dios en medio de ellas. Esta fe madura reconoce que, aunque no entendamos los caminos de Dios, Su amor por nosotras es auténtico y seguro.
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La esperanza en medio del dolor
Aceptar el sufrimiento no significa que debamos resignarnos sin esperanza, sino que podemos verlo como una oportunidad para acercarnos más a Dios, para confiar en que su plan es perfecto y su amor nos sostiene. Esta confianza nos da una paz que sobrepasa todo entendimiento, sabiendo que, al final, todo obra para nuestro bien, según el propósito divino.
Como mujeres de fe, estamos llamadas a vivir esta confianza radical, a decir, como Job, «Aunque el Señor me mate, yo en Él confío». Esto no es una señal de debilidad, sino de una fuerza espiritual que reconoce que nuestro valor y esperanza no están en las circunstancias, sino en el amor eterno de Dios.
Una fe como la de Job
El testimonio de Job nos inspira a vivir con una fe que va más allá de las circunstancias. Aun en el sufrimiento, podemos encontrar paz al confiar en el amor perfecto de Dios, sabiendo que Él tiene un propósito en cada situación. Te aliento a que juntas vivamos en el nivel más alto de la fe de una mujer cristiana para ver la mano de Dios manifestándose en nuestras circunstancias.
Al mantener nuestra esperanza en Él, descubrimos que el dolor no nos derrota, sino que nos fortalece y nos une más a su voluntad divina.
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Que el Señor fortalezca y afirme tu confianza en Él, tu amiga,
Lidia E. Cames
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