Siete consejos bíblicos que ayudan a recibir sanidad
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3 octubre, 2017La diferencia entre vivir y sobrevivir en este mundo está marcada por la actitud. En medio de todos los problemas que nos toque vivir, necesitamos elegir la mejor actitud para no tener una vida triste y sin sentido.
Este versículo expresa la decisión del rey David de vivir su vida a plenitud. Él estaba perseguido por enemigos que querían matarlo.
Sin embargo él no está desanimado, ni quejándose, porque él confía en Dios.
Así lo plantea la versión Reina Valera:
«Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes». Salmo 27:13
Hoy la Palabra de Dios te anima a creer en la bondad del Señor como un motivo para no dejarte derrumbar ante las situaciones difíciles.
¿Qué eliges?: ¿Vivir o sobrevivir?
No sobrevivas, cazadora, ¡vive!
¿Cómo?
Echamos fuera toda actitud de conformismo, desánimo y de derrota que quiera instalarse en tu corazón. Quita tu atención de las circunstancias y dirígete a tu Padre bueno.
Elige vivir…
Atrévete a vivir cada día de tu vida con la expectativa de experimentar la bondad de Dios, porque Él es bueno. Luego, identifica las bendiciones que tienes desde que te levantas.
Estar a la espera de los regalos que el Señor te hace cada día, te hará vivir la vida con gozo y agradecimiento. Levántate con la esperanza de disfrutar todo lo que se te presente.
No eres una sobreviviente que sufre desde que se levanta hasta que se acuesta en la noche. Tú eres una mujer que vive a plenitud, porque tienes una esperanza viva en Cristo.
Te será útil leer: «No eres víctima de las circunstancias»
Además, eres una mujer que espera en las promesas de Dios y que sabe disfrutar todo lo bueno que viene de lo alto.
Por muy complicado que sea lo que enfrentas, con la ayuda del Espíritu Santo siempre encontrarás muchas manifestaciones de la bondad de Dios alrededor tuyo y de tu familia.
Entre vivir o sobrevivir, elige vivir disfrutando de todo lo bueno que el Señor te da, amiga.
Sólo tienes que decidirlo.
Así que hoy decimos con confianza y seguridad:
«Yo espero disfrutar de la bondad del Señor mientras viva».
Mi amable lectora, pido a Dios que no seas una sobreviviente, sino un ejemplo de valentía, fortaleza y plenitud. En el nombre de Jesús.
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Dios te bendiga ricamente, tu amiga,
Lidia E. Cames
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