Vivir en integridad

La integridad que a Dios le agrada significa honestidad y sinceridad. Pero no se refiere a lo que aparentas ser. Entonces ¿qué es vivir en integridad?

La integridad se lleva en la mente y el corazón. No se trata de esforzarse en la perfección todo el tiempo. La perfección de la que nos habla la Biblia tiene que ver con honestidad, sinceridad e integridad.

Una persona íntegra no es una persona que nunca se equivoca, tengamos cuidado con estos conceptos que el enemigo ha querido deformar para descalificarnos antes de intentarlo.

La integridad pertenece a alguien que siempre procura hacer lo correcto; pero que reconoce cuando falla. Es la misma persona en el trabajo, en la casa, en la iglesia. Su conducta es igual aun en medio de personas que no lo conocen.

No tiene una personalidad oculta, sino que sus valores morales y espirituales son los mismos en cualquier lugar que se presente.

Cómo vivir en integridad

La integridad empieza en la presencia de Dios, por eso el salmista dice:

«Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa».” Salmo 101:2

Pongamos mucha atención que dice: «cuando vengas a mí». Eso significa que necesitamos a Dios para que la integridad se desarrolle en nuestro interior.

Dios ya está en nosotros por medio de Jesús. Es el Espíritu Santo viviendo en nuestro corazón. Con Él empezaremos siendo sinceros y confesando nuestras fallas. También exponiéndole nuestros errores, sabiendo que nos perdona, nos limpia y nos perfecciona.

Él nos va a enseñar y a guiar a lo justo, lo honesto, lo puro, lo verdadero. El Espíritu de Dios transforma las motivaciones de nuestro corazón cuando nos entregamos a su obra. Nos da un corazón nuevo.

Relájate y déjate conducir por el precioso Espíritu Santo. Escucha, obedece su voz y la integridad va a fluir de manera natural a través de ti.

Cuando entres en este proceso, empezarás a notar que poco a poco, empezarán a cumplirse las promesas que Dios tiene para ti. Hay muchas promesas en su Palabra, que Él dejó establecidas para los íntegros de corazón.

Puedes leer una promesa especial para quienes viven en integridad aquí: «Bendición para los íntegros»

Oramos:

«Precioso Espíritu Santo, gracias por hacer tu habitación en mi ser. Te pido que controles mis pensamientos, mis sentimientos, mis palabras y mis acciones; porque deseo tener una vida íntegra.

Ayúdame a reconocer mis errores y a practicar la integridad que a Dios le agrada. Capacítame para escuchar tu voz en el momento oportuno y dame la fuerza necesaria para obedecer.

Quiero ser testimonio de tu obra en mi vida, que el mundo conozca la transformación desde dentro hacia afuera. En el nombre de Jesús».

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Que Dios sea tu guía en todo momento, tu amiga,

Lidia E. Cames

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