Sueña y créele a Dios

Tanto como puedas soñar, sueña y créele a Dios. El tamaño de tus sueños es el tamaño de la bendición que Dios tiene para ti, porque Dios no tiene límites, los límites los pones tú cuando no crees y cuando no sueñas.

Atrévete a ir más lejos de lo que hasta ahora has visto. Mira lo que dice la Biblia:

«Después de que Abram se separó de Lot, Dios le dijo: Abram, allí donde estás levanta la vista y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y el oeste. Voy a darte toda la tierra que alcances a ver. Para siempre será tuya y de tus descendientes». Génesis 13:14-15 TLA

Dios le hizo esta promesa a Abram en un momento de dolor, porque se había separado de su sobrino Lot, quien había sido su compañero de viaje desde que salió de su tierra y su parentela.

Es necesario que sepas que en ese momento Abram no tenía hijos, porque su esposa Sara era estéril. Sin embargo, Dios le promete toda la tierra que vea con sus ojos para él y sus descendientes.

Este hombre necesitó mucha fe para poder creer esta promesa, pero lo primero que necesitó fue la fe decidida para «levantar la vista» y mirar a su alrededor.

Quizá Él estaba triste por la separación y eso le estaba nublando la visión de su futuro, pero Dios se encargó de reanimarlo con esta promesa y una instrucción: «levanta la vista, porque te voy a dar toda la tierra que alcances a mirar».

¿Qué significa «levantar la vista»?

Sueña y créele a Dios

Yo entiendo que levantar la vista y mirar alrededor es una forma de empezar a ver diferente las situaciones. Ver oportunidades para crecer, para planear proyectos nuevos.

Es mirar hacia Dios, escuchar su voz y enfocarse en lo que es de bendición. En otras palabras, es soñar y creerle a Dios por todas sus promesas.

Amiga linda, no sé qué es lo que estás pasando ahora, pero el Señor te está hablando y te dice que levantes tu vista hacia Él y su Palabra.

Hay muchas promesas que están establecidas para ti y que necesitas creerlas y caminar hacia ellas.

Yo te digo hoy: Sueña y créele a Dios, hermosa cazadora. El Señor te está entregando una herencia que es para ti y para tus descendientes.

No permitas que nada te impida soñar y ver con los ojos de la fe esa tierra que Dios te está entregando ahora.

Encima de todos los obstáculos que entorpecen tu visión, como prejuicios, circunstancias o personas negativas, mira todo lo que Dios tiene para ti.

Porque lo que Dios te dé también será para todas tus generaciones. Todo lo que llegue a ti ahora será herencia para tus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, y las generaciones venideras.

No habrá ningún poder maligno que les quite las bendiciones recibidas.

Sueña y créele a Dios. Y haz como hizo Abraham: Le creyó a Dios. Eso lo colocó en la posición de los hombres más bendecidos en la Biblia.

Dios ya lo dijo, y si lo dijo, lo cumplirá.

Oremos:

“Señor, abre mis ojos espirituales para ver todo lo que tú me vas a dar. También capacítame para soñar y creer en grande.

Ayúdame a levantar mis ojos sobre las circunstancias que me rodean, para ver hasta dónde llegan tus promesas de bendición para mi vida.

Permíteme que siempre esté cerca de ti fortaleciendo mi fe y afirmando mis pies en tu verdad. No quiero apartarme de tu presencia, mi Dios.

Hoy elijo quitar mis ojos de las adversidades y levantarlos hacia ti que me muestras un panorama lleno de esperanza. Y que siempre y en todo, sea glorificado tu nombre.

En el nombre de Jesús”.

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Que Dios aumente y fortalezca tu fe, tu amiga,

Lidia E. Cames

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