Dios está de mi parte siempre
8 enero, 2015Controla tus pensamientos
10 enero, 2015Dios te va a ayudar. Va a extender su mano hacia ti y no tiene otra razón para hacerlo, sólo porque su misericordia es eterna.
Porque tú no has hecho nada para merecer toda la bendición, protección y ayuda de parte de Dios. Mira lo que dice la Biblia:
«Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia […] Digan ahora los que temen a Jehová, que para siempre es su misericordia». Salmo 118:1,4
La misericordia es un amor no merecido. Ha sido su bondad y su misericordia para contigo, es la naturaleza de Dios.
Tal vez tus decisiones te lleven a situaciones complicadas, pero como hija de Dios, puedes clamar para que te saque del problema.
Sólo porque su misericordia es eterna
Clama como el ciego Bartimeo:
«¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!» (Marcos 10:47).
Este hombre ciego clamaba con todas sus fuerzas por misericordia. La gente le gritaba que se callara, pero él clamaba más fuerte todavía.
Sabía que sólo la misericordia de Jesús podía devolverle la vista.
Entonces Jesús le oyó y se acercó para sanarlo.
Bartimeo no tenía una posición donde apoyarse para ganar el favor de Dios, ni dinero, ni poder; sólo pedía misericordia.
Si clamas con la misma fe con que clamaba este hombre ciego, el Señor te oirá y responderá a tu favor, haciendo el milagro que necesitas, así como a Bartimeo le devolvió la vista.
Cuando clames a Él no le des una lista de razones por las cuales Él debería de ayudarte.
Sólo pide en nombre de su gran bondad y hazlo creyendo en que su misericordia es eterna. Su amor y misericordia siempre te alcanzarán y su mano de compasión se extenderá para salvarte de cualquier circunstancia en que te encuentres.
Oramos:
«¡Señor, ten misericordia de mí! Hoy te glorifico, te alabo porque tu bondad es grande para conmigo y tu inmenso amor es eterno, nunca se agota tu misericordia. Cada día tu amor se renueva en mi vida, y tus bondades llenan mi alma sedienta de ti.
Muchas gracias Señor, porque tu misericordia es para siempre. Gracias porque tu ayuda viene a mí a pesar de lo que hago o no hago. Gracias porque puedo confiar en tu gran compasión.
Espíritu Santo, te pido que me ayudes a apropiarme y llenarme del grande y perfecto amor de Dios. Permíteme que siempre confíe en tu misericordia y no en mis propios recursos. En el nombre de Jesús. Amén.»
Querida amiga, si este mensaje te ha bendecido compártelo y deja tu comentario para poder saludarte. Que vivas siempre bajo la misericordia de Dios, tu amiga, Lidia E. Cames
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