Siempre tenemos bendiciones

Necesitamos estar conscientes de que siempre tenemos bendiciones de Dios, aunque las circunstancias de nuestra vida no nos agraden.

A veces no llegan las bendiciones que tú estás esperando o aquellas por las que estás pidiendo al Señor que te responda.

Esas circunstancias nos orillan a pensar que Dios no nos bendice, y empezamos a creer que no lo merecemos o que Dios no nos quiere hacer caso.

Cuando esto pasa, es posible que no pongas atención en las bendiciones que sí tienes… te distraes por la necesidad y sufres porque no es suplida.

El salmista nos deja un ejemplo a seguir cuando le dice:

«Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación». Salmo 68:19

Dios tiene cuidado todos los días de darte aire para respirar, te da agua para calmar tu sed, tienes un lugar donde vivir, tienes ropa para proteger tu cuerpo, siempre hay cerca de ti alguien que te ama, estar viva ya es una preciosa bendición… Y no pararíamos haciendo la lista de las bendiciones.

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A pesar de todo siempre tenemos bendiciones

Nos toca recordar que en medio de la dificultad, siempre habrá más bendiciones que necesidades. Proclamemos todo lo bueno que recibimos de Dios por nuestro propio bien.

Da gracias a Dios por lo que tienes y te darás cuenta que lo que no tienes ya no es tan urgente… o descubrirás que sí tienes la fuerza y la paciencia para esperar a que lleguen los beneficios deseados.

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Que el Señor te sostenga siempre, tu amiga,

Lidia E. Cames

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Entrada actualizada: 3 bendiciones diarias que Dios nos da