Reto de Navidad Día 7. Fe, milagros y perdón

Estamos contentas por este Reto de Navidad Día 7, ya estamos en el capítulo 7 de Lucas, un capítulo que nos muestra cómo Jesús responde a la fe genuina, sana corazones y nos enseña que su amor no tiene límites. No importa nuestra situación, Él siempre está dispuesto a obrar en nuestra vida cuando nos acercamos a Él con fe y humildad.

Antes de comenzar, tomemos un momento para pedirle a Dios que hable a nuestro corazón a través de su Palabra.Toma tu Biblia, un lugar tranquilo y pídele a Dios que te hable a través de su Palabra. ¡Este día está lleno de lecciones profundas para tu vida!

Reto de Navidad Día 7

1. La Fe del Centurión (Lucas 7:1-10)

En este pasaje, un centurión romano, cuyo siervo estaba gravemente enfermo, envió a los ancianos de los judíos para pedirle ayuda a Jesús. Él no era judío, y aunque era un hombre de autoridad, reconoció que el poder de Jesús estaba por encima de todo, además este hombre tenía una fe extraordinaria. Le dijo a Jesús a través de sus mensajeros:

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero di la palabra, y mi siervo será sano» (v. 7).

Jesús quedó asombrado por su fe y dijo:

«Ni aun en Israel he hallado tanta fe» (v. 9).

Gracias a esta confianza absoluta en el poder de Jesús, el siervo fue sanado sin que el Maestro tuviera que estar presente básicamente. Al regresar a casa, encontraron al siervo sano, tal como el centurión había creído.

Amiga bella, para poder ver milagros así en nuestra vida necesitamos confiar en que la Palabra de Dios tiene poder para obrar milagros en nuestra vida. Fortalezcamos nuestra fe y confiemos en el poder y autoridad de Jesús para obrar en nuestras circunstancias.

2. Jesús Resucita al Hijo de la Viuda de Naín (Lucas 7:11-17)

Poco después, Jesús encontró una procesión fúnebre. Una viuda iba a enterrar a su único hijo, y al verla, el corazón de Jesús se llenó de compasión. Se acercó, tocó el féretro, lo tocó y dijo:

«Joven, a ti te digo, ¡levántate!» (v. 14).

El joven volvió a la vida, y Jesús lo entregó a su madre, mostrando su poder sobre la muerte y su amor hacia los más necesitados. Este milagro llenó de asombro a la multitud, quienes glorificaron a Dios.

En este tiempo, Jesús sigue teniendo poder para traer vida y esperanza a lo que parece perdido. Pensemos cuáles áreas de nuestra vida están “muertas” y sin esperanza. Acerquémoslos a Jesús porque Él tiene el poder de dar nueva vida y restaurar lo que parece perdido.

3. Juan el Bautista Busca Confirmación (Lucas 7:18-35)

Desde la prisión, Juan el Bautista envió mensajeros a Jesús con una pregunta:

«¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?» (v. 19).

Jesús respondió señalando sus obras: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, y los pobres reciben el evangelio. Esta respuesta reafirmó que Jesús era el Mesías prometido.

Cazadora querida, a veces podríamos tener momentos de duda acerca de nuestro Salvador. Pero en esos momentos nos conviene recordar las buenas obras que ha hecho a través de nuestra vida y así confirmaremos su fidelidad para nosotras.

4. El Perdón a la Mujer Pecadora (Lucas 7:36-50)

En casa de un fariseo llamado Simón, una mujer conocida por su vida de pecado se acercó a Jesús. Llorando, ungió sus pies con perfume y los secos con su cabello, mostrando un acto de amor y arrepentimiento profundo.

Simón cuestionó en su corazón por qué Jesús permitiría que una pecadora lo tocara. Sin embargo Jesús la defendió y le dijo a la mujer:

«Tus pecados te son perdonados. Tu fe te ha salvado; vete en paz» (v. 48, 50).

Jesús nos enseña que no importa lo que hayamos hecho; Si venimos a Él con un corazón arrepentido y lleno de fe, recibiremos su perdón y su paz.

Mi querida amiga, reflexionemos si tenemos cargas que debemos entregarle hoy a Jesús. Recordemos que su perdón está disponible, y su amor es más grande que cualquier error del pasado. Aceptemos y demos gracias por perdonarnos y limpiarnos.

Conclusión

Cazadora, el capítulo 7 de Lucas nos recuerda que Jesús ve nuestra fe, escucha nuestras peticiones y responde con compasión y poder. Él puede sanar, restaurar y perdonar. ¿Qué milagro necesitas hoy? Ven a Él con un corazón humilde, y confía en que Él obrará a su manera y en su tiempo perfecto.

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Que este día sea uno de fe renovada y esperanza viva. Sigamos juntas, preparándonos para una Navidad que transforme nuestro corazón y nos acerque más a Jesús.

Dios te bendice, tu amiga,

Lidia E. Cames

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