Renueva mi corazón, Señor

Una oración que necesitamos hacer siempre es: «Renueva mi corazón, Señor».

Y es que a veces no nos damos cuenta que necesitamos ser renovadas cada día por el Espíritu Santo.

No es que haya algo malo en ti. Porque Dios te creó con un carácter perfecto. Puso en ti de Su perfección; pero las experiencias de la vida fueron deformando lo hermoso que había en ti.

Puede ser que el rechazo tomó lugar en tu corazón o quizá la culpa fue amargando poco a poco tu alma.

Quizá fue debido a las decisiones que otros tomaron sobre tu persona, o tal vez porque tú también tomaste algunas malas decisiones.

Esa tristeza inexplicable que sientes o cuando reaccionas con enojo ante cosas sin importancia es señal de que tu corazón está dañado, mi amiga.

No puedes vivir sintiéndote culpable por lo que sucedió hace años, así como tampoco te hace bien vivir con temor por lo que sucede.

Renueva mi corazón, mi Dios

Hoy el Señor te dice que Él se glorificará en tus circunstancias, porque Él es Señor sobre todo:

—Te sanará las heridas…

—Limpiará los errores…

—Te renovará el espíritu…

—Limará toda aspereza…

—Te dará nueva vida…

—Restaurará la libertad y el gozo de tu corazón. 

Ahora permite que Dios te lave con la sangre de Cristo y sumérgete en el río del Espíritu Santo.

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Toma en cuenta que siempre tienes esperanza en el Señor, porque Él nunca te rechazará. Acércate con un corazón sincero y pídele: Renueva mi corazón, Señor.

Como resultado de tu oración, Él hará de ti una nueva criatura cada día. 

Esta puede ser tu oración cada día: 

«¡Devuélveme el gozo de tu salvación! ¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!». Salmo 51:12 RVC

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Lidia E. Cames

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