Refugio seguro

Cuando pasas por tiempos difíciles, de peligro o de dolor, es necesario ir a un refugio seguro. Un lugar donde no te azoten con fuerza las circunstancias y puedas encontrar nuevas fuerzas para continuar.

Los lugares más frecuentes para buscar refugio pueden ser las personas, como tu familia, tus amistades.

También pueden ser actividades como el ejercicio, las compras, las fiestas… En fin, hay muchos «refugios» donde podríamos esperar a que las tormentas pasen.

Pero son estaciones temporales que nos pueden dejar igual de confundidas, vulnerables o más complicadas que antes.

Yo quiero hablarte de un refugio seguro, donde puedes ser consolada, protegida y fortalecida. Donde puedes tener la convicción que cuando pase la crisis estarás en un nuevo nivel de vida.

«Señor, tú nos has sido refugio  de generación en generación». Salmo 90:1

Amiga cazadora, ese lugar solamente lo puedes encontrar en Dios a través de Cristo nuestro Salvador.

Si has pasado por situaciones tormentosas y has salido bien librada, recuerda que ha sido Dios quien te ha sostenido y librado; aún cuando ni siquiera te has dado cuenta.

Si ahora mismo estás atravesando por otra crisis en tu vida, es tu oportunidad de ir a su presencia.

Recuerda y agradece lo que Dios ha hecho antes. Ten la seguridad de que ahora lo hará otra vez. 

Te comparto una oración para darle gracias a Dios por eso.

Dale gracias a Dios, tu refugio seguro

«Gracias, Señor, porque eres mi refugio seguro. Tú siempre has estado a mi lado, nunca te has separado de mí un solo instante. 

Aun en los momentos de incertidumbre y de decisiones mal tomadas, hoy y siempre tú has estado conmigo dejándome hacer uso de la libertad de elección que tú mismo me has dado. 

Cuando he estado en peligro de caer, tú me has sostenido y me has traído de regreso al camino de la vida.

Gracias Dios, porque ahora y siempre puedo acudir a ti en tiempos de tormenta, tú eres mi más seguro refugio, mi hogar perfecto está en tu presencia. En ti tengo paz, seguridad y fortaleza. 

Por medio de Cristo Jesús puedo entrar directamente a protegerme bajo tus alas, mientras pasan las tormentas. Te amo, mi Señor, mi Padre y mi Dios Todopoderoso».

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Querida cazadora, si este mensaje te ha bendecido, compártelo en tus redes sociales usando los botones en color rosa que se encuentran al final de este post. Si me dejas tu comentario, me encantará conocerte y saludarte. Que Dios bendiga y prospere tu vida, tu amiga,

Lidia E. Cames

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