Promesas de Dios a pesar de nuestras decisiones

Muchas promesas de Dios no están determinadas por nuestras decisiones o nuestro comportamiento. Más bien salen del corazón amoroso de Dios que siempre tiene misericordia de nosotros y tiene un plan perfecto para nuestra vida. Tú y yo necesitamos conocer y creer que hay promesas de Dios a pesar de nuestras decisiones erróneas.

Me gusta saber que el primer propósito de nuestro Padre es bendecirnos, aunque estemos enfrentando las consecuencias de nuestras malas decisiones. Hoy quiero hablarte sobre cómo Dios ofreció protección y otras promesas a Jacob, a pesar de que él huía de su hermano después de haberle robado la bendición de la primogenitura.

El versículo que sustenta esta reflexión es el siguiente:

«Mira, estoy contigo, te protegeré dondequiera que vayas y te volveré a traer a esta tierra. No te abandonaré y cumpliré lo que te acabo de decir». Génesis 25:15 PDT

Hay promesas de Dios a pesar de nuestras decisiones

Este personaje no venía de un ayuno de 40 días, tampoco venía de hacer un gran servicio en la iglesia. Ni siquiera estaba orando cuando tuvo la visita del Señor. Jacob había estafado a su padre, sacándole una bendición que no le correspondía a él, sino a su hermano Esaú. Sin embargo, el Señor se le aparece en su huida y le dice que no está desamparado, que no se preocupe, Él guardará su vida y además, lo va a bendecir en abundancia.

Le promete que va a volver a su hogar, a reunirse nuevamente con su familia. Por si fuera poco, sella la promesa con otra promesa: “No te voy a abandonar, sino que voy a cumplir todo lo que te he prometido”.

La promesa de Dios es para Jacob y para nosotras

Mi amiga, esta promesa también puede ser para ti y para mí, sólo tenemos que creerla y atraparla con nuestro corazón. Dios no detiene su mano de bendición por nuestras malas acciones cuando tiene un propósito para nuestra vida. Aunque nuestras decisiones nos lleven lejos del camino que el Señor nos ha trazado, siempre está la promesa de estar protegiéndonos y no dejarnos. Recuerda en medio de tu proceso que están disponibles las promesas de Dios a pesar de nuestras decisiones equivocadas.

¿Por qué? ¿Será que a Dios aprueba nuestro mal comportamiento?

No amiga, no lo aprueba. Pero Él elige dejarlo a un lado porque ya tiene planes. Cuando permite que vivamos las consecuencias de nuestros actos, siempre estará con nosotras guardando nuestra integridad, nuestra alma y nuestra vida. Lo más hermoso es que en medio del proceso seremos transformadas, bendecidas y en su tiempo volveremos al punto de partida. Regresaremos justamente al lugar donde nos equivocamos para un nuevo comienzo.

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Más allá de nuestras elecciones está la fidelidad de Dios

En resumen, la historia de Jacob nos demuestra que las promesas de Dios no dependen de nuestra perfección. A pesar de nuestras fallas y decisiones erróneas, Dios sigue dispuesto a protegernos y cumplir su plan en nuestras vidas. Él no aprueba nuestras malas acciones, pero su amor y propósito prevalecen, guiándonos hacia la redención y la transformación. Al final, volveremos al lugar de nuestro origen, no para revivir nuestros errores, sino para un nuevo comienzo bajo la guía y bendición de Dios.

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Que siempre te rodee la bendición de Dios, tu amiga,

Lidia E. Cames

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