Nada es imposible para Dios

Esta es la pregunta del millón: ¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios? Por supuesto que no, nada es imposible para Dios, porque Él todo lo puede. Y nuestra mente lo sabe muy bien, ¿verdad amiga?

Lo que sucede es que como somos humanas, con emociones, sentimientos impulsos y estamos expuestas a las circunstancias que nos alteran.

Entonces, cuando las crisis son tan intensas (en cualquier área), se nos nubla el entendimiento y no podemos enfocarnos en la naturaleza de nuestro Padre.

Así que amiga, no pierdas de vista esta verdad: Él es el Todopoderoso, el Omnipotente.

Ésa es la clave para ver sus obras grandiosas, milagrosas y sobrenaturales es la fe.

Necesitas una fe decidida, que no se tambalee ni se debilite.

Cómo recordar que nada es imposible para Dios

1.- La primera cosa que yo aprendí fue a dirigir toda mi voluntad, mi intención y mi esfuerzo en centrar mi vida en Dios. Es decir, que en todo momento.

En tiempos buenos y fáciles demos gloria a Dios. Tengamos intencionalmente el hábito de admirar su poder, su bondad y toda su obra en nuestra vida y alrededor de ella.

2.- Tener una relación constante con el Señor. Esto significa, estar hablando constantemente con el Señor, para nos ayude a fortalecer nuestra fe y creamos cada vez más que nada es imposible para Dios.

Las pláticas con Dios alimentan la fe y fortalece nuestra confianza en Él de manera poderosa.

3.- Recordar las maravillas, milagros y señales de Dios a través de la historia. Necesitamos leer la Biblia con corazón dispuesto a creer y llenarnos la mente y el corazón de todas las proezas que están plasmadas para nuestro crecimiento.

La Palabra de Dios penetra nuestra mente, nuestra alma y llega a nuestro espíritu para convencernos de lo que nuestro poderoso Dios puede hacer.

Conclusión

Así que mi amiga, todo esto me ayuda a no olvidar que Dios todo lo puede hacer, su poder es ilimitado y por lo tanto no me dejará en medio de problemas sin resolver.

Es más fácil recordar todo lo que ya está integrado en nuestro ser cuando llegue el día difícil. Y podemos mantener la paz, la fe y la confianza en que Dios hará algo.

Aunque las circunstancias te griten lo contrario a lo que el Señor te prometió, tú seguirás pensando, declarando y creyendo que para Él no hay nada que sea tan difícil como para no realizarlo.

Ten mucho cuidado, no dejes que el enemigo te robe la fe. Así que sigue confiando que Dios hará lo que te prometió y verás tu milagro. En su tiempo y en su forma.

Te ayudará leer: Todo es posible para el Señor

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Que Dios te guarde por siempre, tu amiga,

Lidia E. Cames

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