La maravillosa libertad en Cristo

En el mes de septiembre, algunos países de Latinoamérica celebran su Independencia de la opresión de países más poderosos. Disfrutamos tanto de la libertad para decidir los asuntos por nuestra cuenta, sin depender de la opinión del extranjero. Esto me hace recordar que de igual manera podemos complacernos por la maravillosa libertad en Cristo, ya que Él nos sacó de algún tipo de esclavitud.

Solo aquellos que han sido liberados de algún tipo de esclavitud, pueden comprender verdaderamente la profundidad de la libertad que se obtiene. Todas hemos sido libres de cualquier clase de esclavitud mi amiga, aparte del pecado, podrían ser adicciones, malos hábitos, depresiones, relaciones tóxicas, ansiedades o cualquier otra. Pero necesitamos aliento y fortaleza para no volver atrás, mi amiga. Este mensaje nos ayudará.

Aunque no podemos celebrar la esclavitud en sí misma, podemos encontrar consuelo en el hecho de que Dios nos ha permitido conocerla, porque gracias a esa experiencia somos testigos de la inmensa gracia que es la liberación a través de Cristo.

Para nosotras, la liberación que Cristo nos ha dado es un regalo divino que transforma nuestras vidas y nos libera de las cadenas que antes nos ataban. Por esa razón, Dios nos indica en su Palabra que debemos cuidar esa libertad.

Hoy vamos a meditar en este hermoso versículo de la Biblia:

«Ahora somos libres porque Cristo nos liberó. Manténganse firmes en la libertad y no vuelvan a la esclavitud». Gálatas 5:1 PDT

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Vivamos la maravillosa libertad en Cristo

Este nuevo estado de libertad en el que vivimos es un regalo, un tesoro que nos llena de una gran alegría. Nuestros corazones rebosan de gratitud hacia Dios, quien nos ha rescatado de las garras del pecado y nos ha hecho sus hijas.

Valoramos más la libertad cuando recordamos los días en los que estábamos atrapados en la esclavitud del pecado. Esa temporada de oscuridad y desesperación solo hace que resalte más la maravilla de nuestra liberación. Cada paso que damos en esta nueva vida es una prueba tangible de la gracia redentora de Cristo.

Sin embargo, debemos ser diligentes en mantenernos firmes en esta libertad que Cristo nos ha dado. El enemigo acecha y trata de esclavizarnos de nuevo, pero nos toca resistir. Con la fortaleza que Cristo nos brinda, somos capaces de enfrentar cualquier tentación y mantenernos en el camino de la justicia.

Necesitamos cuidarnos de no volver a los antiguos malos hábitos, principalmente los pensamientos que nos alejan de todas las bendiciones y promesas que el Señor tiene para nosotras.

En resumen, somos libres gracias a la obra redentora de Cristo, y esta libertad es un regalo divino que nos llena de alegría y gratitud. Recordemos siempre la esclavitud de los que fuimos rescatados y protejamos con firmeza la maravillosa libertad en Cristo, confiando en la fortaleza que Él nos proporciona para resistir cualquier intento del enemigo para esclavizarnos.

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Que Dios te sostenga firme en esta libertad, tu amiga,

Lidia E. Cames

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