Tomé varios versículos del libro de Proverbios para hablarte de la importancia de las palabras que a diario utilizamos.
Yo necesito afirmar esta Palabra de Dios; porque esta palabra es para mí. Me ha hablado muy fuerte y directo.
No quiero que se me olvide, por eso decidí hacer un pequeño video y escribir lo que Dios me dice… Seguro que así no se me olvidará tan fácilmente.
En esta ocasión quiero compartirte siete razones que Dios nos da para cuidar nuestras palabras.
Seguro que tú serás edificada también con este mensaje amiga. Empiezo de una vez:
Tienen poder.
«La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla» (Proverbios 18:21 TLA).
Hay poder en nuestras palabras ¿Sabías eso?
Lo dice la Biblia, ¿eh? No lo digo yo. Lo que decimos tiene poder para levantar el ánimo, trasmitir confianza, afirmar virtudes; pero también tienen el poder para destruir sueños, paralizar proyectos, matar ilusiones y romper un corazón.
Dan fruto.
«Cada uno recibe el fruto de lo que habla» (Proverbios 12:14 NBV).
Nuestras palabras nos benefician y/o nos perjudican.
Es muy importante lo que declaras con tu boca para tu vida, tu familia, tu trabajo. Lo que recibimos es producto de lo que hablamos.
Son semillas.
«El que habla el bien cosechará el bien» (Proverbios13:2 NBV).
Nuestras palabras son semillas. Nos conviene siempre sembrar el bien para tener todo lo bueno en la vida.
Bendecir a todas las personas que nos rodean en lugar de criticarlas. Hablar lo bueno para ellas y no condenarlas.
Las más afortunadas con esta práctica seremos nosotras, porque cosecharemos bendiciones multiplicadas.
La cosecha siempre es mucho más de lo que se siembra. Una sola semilla sembrada produce mucho más que la semilla en sí.
Comparten algo.
«Cuando los sabios hablan, comparten sus conocimientos; cuando los tontos hablan, solo dicen tonterías» (Proverbios15:2 TLA).
¿Qué estamos compartiendo con los demás? ¿sabiduría o tonterías?
Tengamos cuidado de no hablar por hablar. Que de nuestra boca broten palabras sabias.
Dios nos aconseja que no hablemos sin pensar, que no digamos lo primero que nos venga a la mente y que no hablemos sólo por llenar un silencio incómodo.
Así evitaremos disparar tonterías a través de nuestros labios.
Escuchas mejor.
«Es vergonzoso y necio responder antes de escuchar» (Proverbios 18:13 NBV). Aprendamos a escuchar antes de expresar una opinión. Dios quiere librarnos del ridículo.
Dicen por ahí que Dios nos dio sólo una boca; en cambio nos dio dos oídos, para que escuchemos el doble de lo que hablamos.
Evitas problemas.
«El que mantiene la boca cerrada se libra de problemas» (Proverbios 21:23 NBV). Esto quiere decir que si no tenemos nada bueno para decir, mejor es no decir nada.
Será mejor el silencio que hablar y después arrepentirnos de lo que dijimos. Proverbios 10:19 dice: « Hablar mucho es de tontos; saber callar es de sabios» TLA.
También te gustará leer: A veces es mejor guardar silencio
Dan consuelo.
«Qué grato es dar la respuesta adecuada, y todavía más grato cuando es oportuna» (Proverbios 15:23 NBV).
Una cosa más: Dios quiere que seamos prudentes. Las palabras consuelan los corazones, siempre que sean adecuadas y oportunas.
Aunque tengamos las palabras indicadas, es conveniente que esperemos el momento propicio para hablar.
Si no nos piden una opinión, no la expresemos… Si no nos solicitan un consejo, guardémoslo.
Amiga, no sé si tú tengas la misma lucha que yo. Esta área es muy difícil, pero no imposible.
Pidamos ayuda a nuestro Dios. Nos ayudará porque Él mismo nos habla en su Palabra de la importancia de las palabras de nuestra boca
Nos dará sabiduría si se la pedimos (Santiago 1:5). El Espíritu Santo será el vigilante de nuestra boca y nos impedirá cometer errores con nuestras palabras.
Seguro que pondrá las palabras adecuadas para cada situación o nos cerrará la boca cuando sea inoportuno hablar.
Esta será mi oración diaria:
«Dios mío, ¡no me dejes decir ni una sola tontería!». Salmo 141:3
Bueno… Te dejo aquí otras versiones del mismo versículo:
«Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios» (NTV)
«Señor, ponle a mi boca un guardián; vigílame cuando yo abra los labios» (DHH).
«Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios» (RV60).
También encontré una poderosa declaración de fe de parte de la Sabiduría:
«Mis labios hablarán cosas rectas. Mi boca hablará la verdad, porque mis labios detestan la mentira. Mis palabras son justas; no hay en ellas perversidad o cosa torcida». Proverbios 8:6-8 NBD
Mi amada hermana, bendice a tus amigas con este mensaje compartiéndolo en las redes sociales que más te agraden. Déjanos un comentario con tu opinión o alguna sugerencia para mejorarlo.
Dios te bendiga, tu amiga,
Lidia E. Cames
Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas
2 Comments
Buenos días bendiciones para todos quiero restaurar mi matrimonio mi esposo ya no quiere nada está desanimado
Hola Alexandra! 😃
Todo es posible con el Señor si le crees de todo corazón amiga, muchas gracias por tu comentario y te dejo aquí un enlace que te ayudará mucho… Un abrazo 🤗💕🌈
https://arcoirisdepromesas.com/7-pasos-iniciales-para-restaurar-tu/