Oremos con versículos bíblicos
3 julio, 20203 buenas actitudes para enfrentar la prueba
10 julio, 2020En este tiempo en que nuestra vida está expuesta al peligro de contagio nos toca confiar y confesar: El Señor es mi ayudador.
En algunas ocasiones he necesitado mucha determinación y coraje para aferrarme a esta verdad.
Y es que la voluntad es lo primero que necesitamos ejercitar en los momentos difíciles de la vida. Voluntad para pararnos firmes con la fe bien puesta en el Señor.
El salmista estaba aferrado a su única Roca de salvación: Jehová de los ejércitos:
Dios era su fuerza, su consuelo y además tenía la valentía de poner su vida en sus manos. Así lo dice la Biblia:
«Pero Dios es mi ayudador; ¡el Señor me mantiene con vida!». Salmo 54:4 NTV
«¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra». Salmo 121:2 NTV
Cuando David hizo estas declaraciones no estaba en su momento más feliz, sino que lo estaban persiguiendo para matarlo.
¿Tú crees que no tenía temor?
Yo creo que sí, pero decidió no hablar temor ni desesperación, su elección fue confiar en Dios y confesarlo; para que el enemigo escuchara donde estaba su fuerza.
Tú y yo no estamos perseguidas, pero sí estamos viviendo situaciones mundiales que nos preocupan, que nos duelen o nos atemorizan, ¿no es cierto?
Proclama: El Señor es mi ayudador
Podrías empezar confesando ahora mismo: “No importa lo difícil de este problema, no me voy a alterar, porque tengo a mi Dios quien tiene mi vida en sus manos”.
En esta condición de prueba y adversidad, también aférrate a esta verdad: Dios es quien te socorre y te sostiene.
Él te toma con su poderosa mano y seguramente saldrás victoriosa de este tiempo de angustia.
Cuando sientes que no te quedan fuerzas, levanta tu mirada al cielo y dile al Señor:
‘Padre celestial, tú eres el que me mantienes con vida’.
Amiga, necesitamos elegir confiar en el Señor, soltemos el temor y decidamos confiar en Él.
Él es tu apoyo, tu Roca, ten la seguridad de que nunca permitirá que te desvíes de su propósito.
Es tu decisión de confiar o temer, esperar en Dios o preocuparte por el peligro que hay afuera.
Cuando Dios tiene el control de tu vida, nada malo puede pasarte. No hay nadie que te dé ayuda más efectiva que tu Padre celestial.
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Que Dios te siga ayudando siempre, tu amiga,
Lidia E. Cames
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Entrada antigua: En las buenas y en las malas
2 Comments
Amén
🙏🏼💟