Dios estará contigo en todo tiempo
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Derramaré mi Espíritu sobre ti
1 enero, 2015
Hay una verdad poderosa que nunca debes olvidar: el amor de Dios es real, incondicional y está disponible para ti en todo momento. Pero no basta con saberlo de forma teórica: es necesario que lo creas y lo aceptes profundamente en tu corazón. Cuando decides vivir en esa certeza, tu vida se llena de consuelo, seguridad y propósito.
Estas palabras tienen la finalidad de que todos los días experimentes en tu corazón los deseos de Dios plasmados en su Palabra:
«Que el amor del Señor Jesús los acompañe siempre». 1 Corintios 16:23 TLA
Cree y recibe el amor que sana
El amor de Dios te abraza cuando lo crees de verdad. Es necesario que confíes en que su misericordia está contigo y que lo expreses cada día con convicción: “Tengo el amor de Jesús en mi corazón”. Cuando eres consciente de ese amor en tu vida, los sentimientos de rechazo, abandono o vacío pierden su fuerza, porque la gracia del Señor lo llena todo.
Cuando tienes fe y aceptas este regalo divino, no sólo percibes con mayor claridad el amor genuino de quienes te rodean, sino que también eres capacitada para amar con libertad y sin miedo.
El amor de Dios no depende de tus méritos
No importa lo que hayas hecho: el amor de Dios no está condicionado a tu conducta. Ese es el poder de la gracia. Aun cuando fallas o te alejas, Él permanece fiel. Su amor no cambia. Y es precisamente esa gracia la que te da acceso al perdón y a una nueva oportunidad.
A ti te corresponde reconocer tus errores, arrepentirte con sinceridad y acercarte a su presencia con la seguridad de que no te rechazará. Él hace lo demás. Déjate amar por Jesús de la manera única y perfecta que solo Él sabe hacerlo.
Una oración para ti
Precioso Espíritu Santo, te pido que ayudes a mi amiga, que necesita experimentar el amor de Dios. Háblale y convéncela de que ya ha sido derramado abundantemente esta gracia perfecta en su corazón.
Ahuyenta la soledad y el abandono de su vida, sana las heridas que los amores humanos han dejado en su corazón y consuélala con el tuyo que es precioso y celestial.
Que sienta el abrazo cálido del Padre amoroso, llenando los vacíos que tenga en su corazón. Capacítala para recibir tu amor a través de las personas que le rodean. Que perciba la vida de diferente manera a través de ese bello regalo. En el nombre de Jesús.
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Que seas llena hoy con la gracia de Dios, tu amiga,
Lidia E. Cames
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