Dios tiene la última palabra

Quiero compartirte la forma en que yo he aprendido que Dios tiene la última palabra en todo lo que hago. Fue la forma más difícil de tener este aprendizaje, pero hubiera sido más difícil no aprenderlo nunca.

Cuando Dios quiere bendecirte, no permite que te desvíes del camino. Él ya determinó la forma de prosperar tu camino y no dejará que te pierdas de esa gran bendición.

En los años pasados, mi esposo y yo nos encontramos en medio de cambios drásticos en el ministerio que Dios puso en nuestras manos. Tomamos algunas decisiones que se fundamentaron en nuestros planes y no en los de Dios.

Dejamos que el temor, el prejuicio y la comodidad apagaran la voz de Dios indicándonos el camino a seguir; y elegimos lo que se apegaba más a nuestros intereses. En ese momento dimos por hecho que eso era lo que Dios quería. 

No te contaré detalles, porque es algo largo de contar. Lo que sí te voy a decir es que después de eso, no prosperó ninguno de nuestros intentos de trabajar para Dios. Por razones diferentes no podíamos concretar los planes que habíamos construido.

Sigamos la dirección de Dios

Es que necesitábamos entender que Dios tiene la última palabra siempre, y que sus planes siempre los lleva a cabo conforme a su tiempo y a su manera.

Hasta que nos rendimos a Dios, pidiéndole dirección y permitiendo que tocara nuestro corazón y abriera nuestros ojos espirituales para ver su voluntad.

Sólo entonces pudimos entender que desde un principio no discernimos lo que estaba sucediendo y que tomamos una decisión equivocada.

Dios nos regresó al punto donde nos separamos de su plan: a la opción que habíamos desechado antes.

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Alivio y paz llegó a nuestra vida y desde entonces aprendimos que antes de tomar una decisión nos corresponde detenernos un poco para escucharlo. 

Claro que Dios tiene la última palabra:

Quiero compartirte el aprendizaje que obtuvimos de esta situación:

— Aunque  trabajes para Dios, es necesario que antes de actuar lo pongas a su consideración. Es necesario esperar sus instrucciones. Sólo así tendrás la seguridad que es su voluntad.

«Entonces oirán ustedes decir a sus espaldas estas palabras: «Éste es el camino; vayan por él. No se desvíen a la derecha ni a la izquierda». Isaías 30:21

— Cuando tú te desvíes del propósito que Dios tiene para ti, es seguro que Él se encargará de que sus planes se cumplan. Te regresará al camino correcto.

«Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos. ». Proverbios 16:9

 — Tus decisiones y tus opiniones nunca van a anular la voluntad de Dios… Nada de lo que hagas o digas evitará que se cumpla lo que ya Él determinó desde el principio de los tiempos.

«Pero los planes del Señor se mantienen firmes para siempre; sus propósitos nunca serán frustrados». Salmo 33.11

— Dios es Soberano. Siempre que tú te hayas puesto en sus manos y le hayas entregado tu vida para que Él la dirija, ya no se tratará de lo que tú quieras, sino de lo que Él desea para ti.

«Todos mis planes se cumplirán porque yo hago todo lo que deseo». Isaías 46:10

Conclusión

Querida amiga, nosotros tuvimos que aprender que Dios tiene la última palabra, de la manera más difícil y dolorosa que puede haber. Te invito a que no esperes que te pase lo mismo que a nosotros.

Este es un aprendizaje que puedes aplicar a todas las áreas de tu vida: en tu trabajo, en la familia, en la empresa, con tus amistades y en todo lo que hagas diariamente.

Pero no te asustes, ni te preocupes. Debes tener la seguridad de que lo que Dios ha planeado para ti es bueno. Todo lo que viene del Señor es bueno y perfecto. Todo lo que Él te da es para tu bendición.

Necesitas confiar en su cuidado amoroso, en su provisión, en su fuerza… en su Espíritu Santo que siempre está contigo para ayudarte en todo lo que te sea encomendado.

Amiga, deseo que puedas escuchar la voz de Dios dirigiéndote este día y los que restan de tu vida. Si te agradó el mensaje compártelo en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, deja tus datos en el botón «Suscribirse».

Un abrazo de tu amiga,

Lidia E. Cames

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