Dios se ocupa de nuestra alma

Durante nuestra vida siempre tendremos muchas experiencias: algunas nos agradarán y nos bendecirán, otras nos decepcionarán y nos lastimarán. Y nuestra alma es quien tiene que lidiar con cada cosa que nos sucede. Pero en medio de todo esto, es importante saber que Dios se ocupa nuestra alma siempre que nosotras confiemos en Él.

No estamos muy seguras de lo que nuestra alma va a recibir más adelante, porque no conocemos claramente cada paso que daremos.

Pero sí estamos seguras de esta promesa de Dios para cada día de nuestra vida:

«Confortará mi alma». Salmo 23:3 

Esto significa que restaura nuestra alma y nos da nuevas fuerzas para continuar.

El abrazo que nos consuela siempre lo recibiremos de nuestro Padre celestial mi amiga.

Prepárate para estar conectada con nuestro Señor, el dador de la vida y te aseguro que pasarás cualquier situación difícil sin perder la paz y el gozo.

Este es un poderoso lema para confesar en los momentos en que el alma se descontrola:

“Dios confortará mi alma hoy”.

Dios se ocupa de nuestra alma

Recuerda que tu alma está compuesta de lo que sientes, lo que piensas y lo que decides. Es decir: emociones, pensamientos y voluntad.

Por eso podemos decir con toda seguridad que el Señor:

— Calma las emociones

— Aclara los pensamientos

— Fortalece la voluntad

Cuando Dios conforta el alma, se refiere a estas tres áreas de nuestra vida.

Permite que Dios te dé nueva vida cada vez que lo necesites cada día y cree que realmente te renueva en todo tiempo.

En el mismo momento en que empieces a sentir que tu ánimo se entristece, se enoja o se desespera, damos el siguiente paso.

Oramos:

“Señor Jesús, me acerco a ti buscando paz y fortaleza porque me siento cansada, débil y desalentada. 

Tú eres la única fuente de poder y el único que me ama tanto para cuidar de mi alma. Pongo en tus manos todo lo que me aflige y confío en ti para recibir fuerzas nuevas.

Te pido que confortes mi alma. Por favor encárgate de renovarla, porque no quiero debilitarme. Calma mis emociones, aclara mis pensamientos y fortalece mi voluntad. En el nombre de Jesús”.

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Confía en el Señor mi amiga, Él estará junto a ti con su amor, dando nueva vida a tus emociones, tu mente y tu voluntad. Experimentarás su paz sobrenatural y serás fortalecida. Algo que no debemos olvidar es que Dios se ocupa de nuestra alma, procuremos su presencia en todo tiempo.

Seguro que Dios lo hará porque ha hecho promesa de no abandonarnos nunca y de responder nuestras oraciones.

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Deseo que Dios sea tu fuerza en este día, un abrazo,

Lidia E. Cames

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