Cuando las fuerzas no alcanzan

Esta Palabra de Dios es para que la apliquemos en ese momento cuando las fuerzas no alcanzan. Aunque nuestro deseo es dar otro paso es imposible seguir por el agotamiento físico, mental, emocional y/o emocional que nos detiene.

Es posible que ya lo hemos intentado todo y hemos buscado muchas posibilidades. Ya hemos hecho todo lo que estuvo a nuestro alcance, usando todos los recursos que teníamos a la mano. 

Y no vemos resultados: 

El problema no se resuelve 

La familia no se integra 

Nuestro carácter no cambia

Las finanzas no prosperan 

Nuestra vida sigue siendo la misma. 

Y para colmo ya no tenemos fuerzas, ni ánimo para seguir intentándolo. A veces dan ganas de abandonarlo todo, porque aparte de todo, nos sentimos solas y abandonadas.

Pero… cuando las fuerzas no alcanzan

Es tiempo de dejar de luchar en nuestras propias fuerzas y empecemos a confiar en Dios. 

El Señor nos dice en su Palabra:

«No vencerás con ejército, ni usando tu fuerza, sino sólo con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso». Zacarías 4:6 NBV

En este pasaje, Dios estaba encomendando a Zorobabel que reconstruyera el templo de Jerusalén que había sido dañado durante el cautiverio del pueblo de Israel.

El Señor conoce nuestra condición humana, Él sabe que nuestras fuerzas no son suficientes y también sabe de nuestra tendencia a confiar en nuestras fuerzas y nuestros recursos.

Por esa razón dijo a Zorobabel que no se preocupara, su mismo Espíritu sería la fuerza que lo impulsaría a dirigir la grande obra que le estaba encargando.

Hoy esta Palabra es para nosotras también.

Es el poder de su Espíritu actuando en las circunstancias. 

Ahora es el tiempo de soltar todo mi amiga. Entreguemos todas las situaciones y dejemos todo en sus manos.

Cambiemos la dirección de nuestra confianza: ya no confiemos en nuestras posibilidades o recursos: 

Es tiempo de depositar nuestra confianza en el poder del Espíritu de Dios para que Él haga todo lo que no podemos hacer. 

Descansemos en esta poderosa verdad que nos ayuda a conocer más de lo que nuestro Padre hará por nosotras y nuestra familia.

Jehová de los ejércitos, el Todopoderoso se encargará de resolver los problemas. 

Él restaurará nuestra familia y cambiará todo lo que necesite ser transformado. 

Seguro que prosperará la obra de nuestras manos, porque sólo su poder es capaz darnos una vida nueva. 

Lo que nos toca hacer es abrir nuestro corazón y confiar en que Él lo hará. Vamos a creerlo mi amiga, porque a Él le agrada la fe firme y decidida de sus hijas.

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Recuerda: Cuando las fuerzas no alcanzan, le damos paso al precioso Espíritu Santo que se mueva en nuestra situación.

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Que el Señor te fortalezca en todo tiempo, tu amiga,

Lidia E. Cames

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