Las riquezas materiales no son el problema
27 noviembre, 2017Tiempo de cantar
4 diciembre, 2017Las hijas de Dios tenemos que vivir creyéndole. Ya se ha dicho antes que no es lo mismo creer en Dios que creerle a Dios. Creerle a Dios significa estar seguras de quién es Él. Necesitamos saber que Él es fiel, poderoso y que nos ama. Así no nos desanimamos en nuestra fe.
Cuando tú le crees a Dios tienes una actitud de espera cada día. Sin importar las circunstancias siempre estás a la espera de algo sobrenatural en tu día.
Yo te animo a que hoy deposites toda tu confianza en el Señor y comiences a esperar milagros.
Si tú no esperas milagros, seguro que no los vas a recibir; pero si tú empiezas el día con la certeza de ver milagros, seguro que los verás.
No te distraigas de tu fe con pensamientos como: “soy mala”, “no merezco”, “yo no le importo a Dios” o “los milagros no son para mí”.
Esas son mentiras del enemigo para robarte las bendiciones de Dios. Deséchalos de tu mente; porque Dios quiere bendecirte siempre.
Este video pequeño te animará a creer más:
Mira lo que dice la Biblia:
«Un día, Jesús estaba en un pueblo. De pronto llegó un hombre que estaba enfermo de lepra, se inclinó delante de Jesús hasta tocar el suelo con la frente, y le suplicó:
—Señor, yo sé que tú puedes sanarme. ¿Quieres hacerlo?
Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo:
—¡Sí quiero! ¡Queda sano!
De inmediato, el hombre quedó completamente sano». Lucas 5:12-13 TLA
Cómo creerle a Dios
Son dos cosas que debemos saber con seguridad para poder ver la mano de Dios en la necesidad:
1.- Que Dios siempre puede:
Debemos estar convencidas de su gran poder para hacer el milagro que estamos esperando en nuestra situación.
Tenemos que creerle a Dios y pedirle como el leproso le pidió a Jesús: «YO SÉ QUE TÚ PUEDES SANARME».
2.- Que Dios siempre quiere:
Este hombre sabía que Jesús tenía poder para sanarle, sólo quería saber si quería sanarle.
¿Por qué quería saber si quería darle sanidad?
Quizá porque él se sentía fuera de la voluntad de Dios.
O tal vez porque creía que era tan poca cosa que Jesús no le atendería.
Es posible que no quisiera molestar al Maestro.
Pudieron ser muchas las razones, pero lo importante de este mensaje está en la respuesta de Jesús:
«Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo:
—¡Sí quiero! ¡Queda sano!». Lucas 5:13
Esa respuesta es la que debemos tener presente tú y yo: Dios siempre quiere atendernos.
Yo creo que igual que yo, alguna vez te has sentido como el leproso: con cierta inseguridad de que el Señor quiera respondernos en nuestra necesidad.
Toma fuerza en esta respuesta: «¡Sí quiero!»
El deseo de Dios es sanarnos, restaurarnos, proveernos, ayudarnos en general darnos su bendición.
Maravilloso, ¿no? Entonces, a nosotras nos toca creerle.
Querida amiga, comparte este post, porque hay mucha gente que necesita recuperar su confianza y esperanza en Dios, ¿me ayudarías?
Que Dios te bendiga y que hoy puedas ver su gloria, tu amiga,
Lidia E. Cames
Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas
6 Comments
Gracias SEÑOR
Gracias por enseñarme a PERDONAR!
AMEN
Así es nuestro sanador por excelencia… El puedo si se lo permitimos… Como ocurre creyendo en sus promesas… Pues por sus llagas hemos sido sanos! Las enfermedades han sido nominadas por los.hombres, pero creo q el Señor médico de médicos pasa su mano llagada y me sana siempre ! Sí crees verás la gloria de Dios.. Me encanta esa palabra del leproso y la Rta de Jesús si quiero queda sano!!! Maravilloso es nuestro Sanador Gracias amiga hermosa palabra!DTB
Hola Lucía! 😍
En el nombre de Jesús verás tu sanidad amiga, mil gracias por dejar tu comentario… Un abrazo 🤗💐🌈
Tenemos al mejor PADRE CELESTIAL que sigue haciendo los milagros!!
Amén querida Sadi!🙏🏼
Gracias por comentar amiga, Dios bendiga tu vida… Un abrazo 😍💞🌈
YO SI CREO…AMÉN.