Cinco consejos para administrar tu dinero

Encontré en la Biblia cinco consejos para administrar tu dinero, y me pareció oportuno compartirlos contigo.

A mí se me dificultaba alinearme con Dios en esta área; pero aplicando estos consejos, he visto su mano en mis finanzas. Espero que sean de beneficio para ti.

Mi esposo y yo llegamos a los pies de Cristo con muchísimas deudas y no podíamos llegar al final de la quincena sin pedir prestado… Nunca nos alcanzaban nuestros dos sueldos.

Pero empezamos a aplicar los principios que Dios da en su Palabra para nuestra economía… principalmente con el diezmo que no nos pertenece, sino que es la parte que a Él le corresponde.

Pero hoy no te voy a hablar del diezmo (ese es otro tema).

Estoy convencida que a Dios le interesa que tengamos cuidado con nuestros bienes materiales y finanzas para no llegar a la bancarrota. El Señor quiere que tengamos lo necesario para vivir y más, así lo establece su Palabra:

«Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas; pues las riquezas no son eternas ni la fortuna está siempre segura. Cuando se limpien los campos y brote el verdor, y en los montes se recoja la hierba, las ovejas te darán para el vestido, y las cabras para comprar un campo; tendrás leche de cabra en abundancia para que se alimenten tú y tu familia, y toda tu servidumbre». Proverbios 27:23-27 NVI

Cinco consejos para administrar tu dinero

Ahora lo importante es saber cómo podemos administrar correctamente nuestras finanzas. Aquí están algunos consejos de la Biblia para cuidar nuestra economía:

Puedes ver el video de este mensaje AQUÍ.

1.- AHORRAR.

En los tiempos buenos, necesitamos guardar para los tiempos no tan buenos. Siempre se presentan imprevistos y si no hemos ahorrado nada, es posible que tengamos que pedir prestado.

La Palabra de Dios nos motiva a que aprendamos de las hormigas:

«La hormiga no tiene quién la mande, ni jefe ni líder. Sin embargo, durante el verano reúne todo su alimento; guarda su comida en la cosecha». Proverbios 6:7-8

2.- GASTAR LO NECESARIO.

A las mujeres nos encanta ir de compras y siempre tenemos la tentación de comprar cosas que no necesitamos. Amiga, seamos sabias: Antes de comprar, detente a pensar si necesitas realmente lo que vas a comprar y evita un gasto innecesario.

«En la casa del sabio hay riquezas y perfumes en abundancia, pero el necio derrocha todo lo que tiene». Proverbios 21:20

3.- RECHAZAR LA AVARICIA.

La avaricia es el deseo de tener y acumular dinero o cosas materiales. También es avaricia cuando no se quiere gastar ni siquiera en las cosas que son necesarias para vivir. No llevemos al extremo el punto anterior.

«Y luego dijo: ¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen». Lucas 12:15

La avaricia también provoca caer en deudas. Porque se desea lo que no está al alcance, entonces, se recurre a pedir prestado para tener aquello que tanto se anhela. Para rechazar la avaricia es necesario estar contentas con lo que tenemos y ajustarnos a lo que Dios nos da (Hebreos 13:5).

4.- AYUDAR  A LOS NECESITADOS.

Cuando Dios te da bendición, no olvides de socorrer a los pobres; eso es como si le prestaras a Él. Evita pensar que al ayudar a alguien tu economía se daña, o que es un recurso que nunca vas a recuperar. Es mejor creer lo que dice la Biblia:

«Ayudar al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios mismo te recompensará». Proverbios 19:17

Dios siempre te devolverá lo que le prestaste, porque Él siempre paga sus deudas.

5.- PAGAR LAS DEUDAS. 

Nos conviene ser generosas; pero también hay que pagar cuando pedimos prestado. También cuando compramos algo para pagarlo en partes. La gente que no paga lo que debe, se echa encima la maldición de la pobreza.

«Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria». Proverbios 11:24

Te servirá mucho leer: «El dueño de todo es Dios el Creador»

Estoy segura que, por lo menos, uno de estos cinco consejos para administrar tu dinero te ayudará a cuidar tus finanzas… ¿Cuál de ellos es el que te cuesta más trabajo aplicar?

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Que Dios te prospere con bendición abundante, tu amiga,

Lidia E. Cames

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