Cinco beneficios de confiar en Dios

¿Confías en Dios? Cuando tienes dificultades y la preocupación te abruma, es el momento para confiar en Dios. Pero no es sólo decir “yo confío en Dios”.

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Se trata de decidir hacer a un lado la preocupación e ignorar ese temor que amenaza con hacer explotar tu interior, para darle paso a los regalos que Dios tiene para todos aquellos que se aferran a su gran poder.

Vale la pena esforzarse. En los momentos de confusión, de dolor y de desaliento, siempre es mejor obligar a tu mente a pensar “Yo confío en mi Dios”.

La decisión de esperar en el nombre del Señor y en su amor inagotable no es fácil cuando le das lugar a las emociones y sentimientos; porque ellos siempre quieren darle lugar a lo que tu cuerpo desea.

Enfoca todo tu entendimiento en las bendiciones que Dios tiene para los que confían en Él. Sólo entonces podrán ser aquietadas tus emociones y frenados tus sentimientos.

Sólo cinco beneficios de confiar en Dios

1.- Te cuida. «Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor». Podrías estar en cualquier lugar o situación de peligro; pero la confianza en Dios y tu reverencia amorosa hacia Él provocarán que su mirada esté siempre sobre ti para velar por tu seguridad e integridad.

2.- Te da vida. «Para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre». Esto quiere decir que en tiempos de necesidad, Dios estará contigo para reanimarte, sostenerte y conservarte con vida biológica y espiritual. También es cierto que nunca permitirá que sus hijos que confían en Él pasen por pérdidas innecesarias.

3.- Te ayuda. «Nosotros confiamos en el Señor ¡él nos ayuda y nos protege!». En los conflictos, en las decisiones y en todo cuanto tengas que hacer, el Señor enviará su ayuda oportuna y eficaz; protegiéndote del fracaso y de quien busca hacerte mal.

4.- Te da alegría. «Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre». Tu fe decidida en Dios te dará un gozo muy especial y un contentamiento a tu corazón que viene directamente de su mano. Con solo mencionar su nombre en medio de las tribulaciones tú te alegrarás porque tienes un Dios que resolverá todo de la mejor manera y resultará para tu bien.

5.- Su amor te acompaña. «¡Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como esperamos de ti!». Y lo más hermoso de todo es que su amor eterno, incondicional e inagotable: siempre te rodeará. Así que nunca más te sentirás en soledad o abandono, porque su misericordia siempre estará a tu
alcance.

Conclusión

Que tu boca le hable hoy a tu alma lo que tu espíritu anhela:

“Alma mía, te ordeno que confíes en Dios… Te prohíbo que te preocupes, que te duelas, que te auto compadezcas o que te desanimes. Dios está en control, he decidido depender de Él y vamos a esperar en Él”.

Pronto estarás gozando de estos cinco beneficios de confiar en Dios, a pesar de las circunstancias que estés viviendo amiga.

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Que la mano de Dios esté siempre sosteniéndote, tu amiga,

Lidia E. Cames

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