Navidad en medio de pruebas
22 diciembre, 2024La victoria final de Jesús. Reto de Navidad Día 24
24 diciembre, 2024Cazadora, estamos llegando al final del Reto de Navidad, y hoy estudiaremos el capítulo 23 de Lucas, un pasaje que nos lleva al corazón del propósito de Jesús al nacer: la cruz. Aunque en esta temporada celebramos con gozo su nacimiento, no podemos olvidar que su misión final fue llevar nuestros pecados a la cruz. Así que hoy reflexionaremos en la Navidad desde el pesebre hasta la cruz, mi amiga, porque este sacrificio es la mayor muestra de amor que el mundo ha conocido.
Inocente, pero entregado por los hombres
En Lucas 23, vemos cómo Jesús, siendo inocente, enfrentó la injusticia de los hombres. Tanto Herodes como Pilato declararon no encontrar culpa en Él. Pilato incluso expresó tres veces que Jesús no merecía la muerte. Sin embargo, bajo la presión de los líderes religiosos y la multitud, Jesús fue entregado para ser crucificado. Qué doloroso es pensar que ellos prefirieron liberar a Barrabás, un criminal, en lugar del Hijo de Dios. Este acto refleja la corrupción del corazón humano y la profunda necesidad de un Salvador.
La Navidad desde el pesebre hasta la cruz, lugares de amor y perdón
El relato nos muestra también la gracia inigualable de Jesús. Aun mientras sufría el tormento físico y emocional de la cruz, oró al Padre diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34, NTV). ¡Qué ejemplo tan impactante de amor y perdón! Jesús no solo hablaba del perdón, lo vivió hasta su último aliento. Este es el amor que celebramos en Navidad, un amor que perdona aun cuando no lo merecemos.
Después de su muerte, José de Arimatea, un hombre justo que esperaba el reino de Dios, se encargó de sepultarlo. Este acto de cuidado y devoción nos recuerda que Jesús fue verdaderamente humano, pero su muerte y sepultura no son el final de la historia; el capítulo 24 nos revelará su gloriosa resurrección.
Cazadora, al reflexionar en este capítulo, recordemos que celebrar la Navidad es más que recordar un pesebre. Es honrar al Salvador que nació con un propósito eterno: llevarnos de regreso al Padre. Su nacimiento fue el primer paso hacia el cumplimiento del plan de redención. Al contemplar la cruz, recordemos que fue un sacrificio por nosotras, para reconciliarnos con Dios y darnos vida eterna.
Para reflexionar y aplicar:
Lee Lucas 23 y medita en el sacrificio de Jesús. ¿Qué significa para ti su amor y perdón?
Haz una lista de personas a las que necesitas perdonar y ora por ellas, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Comparte con alguien esta verdad: Jesús nació, vivió, murió y resucitó para salvarnos.
Hoy, mientras contemplas la cruz, dale gracias a Jesús por su amor incomparable y compromiso con nuestra salvación. ¡Él vino al mundo por ti!
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Que la luz de su amor siga iluminando tu vida en esta Navidad. 💖
Lidia E. Cames
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