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El Reto de Navidad Día 3. Preparando el camino
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Querida cazadora, este mes de diciembre queremos que sea diferente, que vivamos una Navidad especial junto a nuestra familia y amigos. En este Reto de Navidad, que hoy llega a su día 2, estudiaremos el capítulo 2 del evangelio de Lucas.
El objetivo es que, al llegar al 24 de diciembre, hayamos recorrido los 24 capítulos de este evangelio. Así, conoceremos más a Jesús, comprenderemos su vida y la razón por la cual, siendo Dios, se hizo hombre para nacer en este mundo como uno de nosotros.
Estoy segura de que esta Navidad será más significativa, llena de una celebración que brote del corazón y no solo de emociones pasajeras. Quiero compartir contigo lo que el Señor me ha mostrado en esta lectura y oro para que sea de bendición para ti. Me encantaría leer tus reflexiones en los comentarios; juntas podemos profundizar más en estas verdades.
Si te perdiste el inicio, aquí puedes ver el primer día del reto: Preparando el corazón para la Navidad
Reto de Navidad día 2. Reflexiones sobre Lucas 2
Desde niña, este capítulo siempre me ha gustado. Es el pasaje que narra con mayor detalle el nacimiento de Jesús, una escena que muchos hemos visualizado a través de los “nacimientos” navideños: el pesebre, los pastores, los animales y, por supuesto, el bebé Jesús con María y José. Sin embargo, este relato tiene lecciones profundas que quiero resaltar:
El nacimiento de Jesús
El Salvador del mundo no nació en un palacio, sino en las condiciones más humildes. Fue acostado en un pesebre y envuelto en pañales, con el calor de los animales como única comodidad.
El versículo que describe este escenario dice:
«Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón». Lucas 2:7
Esto nos recuerda que la grandeza de Dios no depende de lujo o riqueza, sino de su amor incondicional y su identificación con los más humildes.
El anuncio a los pastores
Los primeros en recibir las buenas nuevas del nacimiento del Mesías fueron unos sencillos pastores. Esto me enseña que los corazones humildes y dispuestos son los que verdaderamente experimentan la revelación de Jesús.
«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, y buena voluntad para con los hombres». Lucas 2:14
Los pastores no solo escucharon la proclamación angelical, sino que respondieron con fe, buscando al Salvador y le adoraron con alegría.
La presentación de Jesús en el templo
Siguiendo la ley, María y José llevaron al niño al templo para presentarlo al Señor. Desde sus primeros días, Jesús fue consagrado a Dios, mostrando el camino que todos los padres deben tomar: entregar sus hijos a los propósitos divinos.
Las profecías de Simeón y Ana
Dos ancianos piadosos, Simeón y Ana, tuvieron el privilegio de ver al Salvador y profetizar acerca de Él. Simeón anunció a María que Jesús sería motivo de salvación para muchos, pero también de sufrimiento para ella como madre:
«Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón» Lucas 2: 34-35, TLA.
Por su parte, Ana proclamó a todos que el niño traería salvación.
Jesús en el templo a los 12 años
A los 12 años, Jesús se quedó en el templo dialogando con los maestros, sorprendiendo a todos con su sabiduría. Aunque sus padres lo buscaron con preocupación, Jesús les respondió que estaba en la casa de su Padre.
Esto nos muestra que, desde su juventud, Jesús tenía claro su propósito divino, aunque siempre permaneció sujeto a la autoridad de sus padres.
LO QUE APRENDEMOS
El nacimiento de Jesús no es solo una historia para recordar cada diciembre. Es un evento que cambió el destino de la humanidad, ofreciéndonos salvación y vida eterna. La humildad de Jesús al nacer nos ayuda a entender que tener una vida sin tanto brillo para el mundo, nos da un corazón que le agrade a Dios.
Por otro lado la fe de los pastores que adoraron a Jesús, nos invita a creer y rendirnos a Él como nuestro Salvador que trae paz y gozo a nuestros corazones.
Como madres, este capítulo nos desafía a guiar a nuestros hijos hacia el cumplimiento del propósito de Dios para sus vidas. María, pensó que su hijo Jesús estaba perdido, pero Él solamente estaba preparándose para lo que vendría después. Aunque a veces parezca que nuestros hijos se desvían, debemos confiar en que el Señor tiene el control. Nuestra tarea es orar, instruir y acompañar, sabiendo que su propósito es perfecto.
Aquí puedes ver el siguiente: El reto de Navidad Día 3
Querida cazadora, ¿qué lecciones te ha mostrado Dios en esta lectura? Te animo a compartirlas y a seguir profundizando juntas en este hermoso reto de Navidad.
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Que el Señor te abrace y te sostenga, tu amiga,
Lidia E. Cames
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