Cómo desarrollar la confianza en Dios

¡Hola mi querida cazadora! Quiero compartirte acerca de cómo desarrollar la confianza en Dios de una manera práctica. Es cierto que para lograrlo necesitamos conocer a Dios, tener una relación con Él a través de la oración y leer su Palabra.

Pero yo he conocido mujeres que conocen a Dios, tienen una vida de oración y lectura de la Biblia. Sin embargo, viven preocupadas, temerosas y estresadas. Les cuesta confiar en Dios totalmente.

¿Por qué es difícil confiar en Dios?

Cuando esperamos por la solución de un problema o por la sanidad de una enfermedad, siempre decimos: “Yo confío en Dios que me hará el milagro”. Entonces esperamos en Dios para que nos resuelva la situación. Pero si al final no recibimos el milagro que esperamos, nos desilusionamos de Dios y nuestra fe empieza a debilitarse. 

Entonces, empieza la frustración que provoca que la confianza empieza a transformarse en desconfianza y dejamos que una barrera impenetrable se levante entre nosotras y Dios.

¿Sabes qué sucedió?

Que hemos puesto nuestra confianza en que Dios hará lo que nosotros queremos o necesitamos. Y no es así como funciona. Se trata de confiar en que cualquiera que sea la respuesta de Dios a nuestra necesidad es lo mejor para nosotras (aunque se oponga a nuestros deseos). Ésa es la clave, mi amiga.

Entonces cómo desarrollar la confianza en Dios

La Biblia tiene un versículo que nos instruye a confiar en Dios, ¡y ahí está la clave mi amiga! Mira: 

«Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento». Proverbios 3:5 NTV

Este pasaje nos está dando una indicación que nos toca llevar a la práctica en nuestra vida diaria. Para eso necesitamos de nuestra voluntad.

He aprendido que la confianza en Dios no es algo que recibimos, sino que se construye. Yo he aprendido a confiar en el Señor con la práctica de cuatro pasos que te comparto a continuación:

1. Decido poner mi confianza en Dios. Esta es una decisión del corazón. Elijo no alterarme por las circunstancias.

2. Medito en mi decisión de confiar en el Señor. En vez de pensar en lo que yo creo que necesito, pienso que Él me ama tanto que me va a dar la mejor solución. Dios nunca me va a causar daño, siempre me cuidará.

3. Confieso con mi boca que confío en su amor y su misericordia. Se lo digo en oración a Dios, lo platico con mi esposo, con mis hijos y con todas las personas que estén cerca de mí. Dios es bueno y siempre tiene lo mejor para mí.

4. Pido fortaleza para mantenerme confiando en Él. Las fuerzas nuevas son para los que deciden confiando en Él (Isaías 40:31).

Y cuando decidimos confiar en el Señor, lo que Él nos da es su paz sobrenatural. Calma en medio de la tormenta. Tranquilidad viene cuando confiamos en que Dios tiene el control de todas las situaciones que nos amenazan.

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Para lograr esto necesitamos estar dispuestas a:

— Aceptar que la voluntad de Dios siempre es buena agradable y perfecta (Romanos 12:2). Eso no quiere decir que siempre se va a ajustar a lo que nosotras deseamos. A veces oramos por lo que queremos y Dios nos responde con algo que no queremos.

— Reconocer en que Dios desea lo mejor para nosotras. Que sus planes son de bien y no de mal. Recordemos que Él ya tiene un panorama de nuestro futuro (Jeremías 29:11).

— Dejar el control en manos de Dios. No podemos controlarlo todo. Es mejor que nos enfoquemos en controlar nuestro carácter y dejar que Dios obre conforme a su voluntad. Necesitamos mantener a raya la preocupación, la ansiedad y todo lo que nos altere.

— Tener contentamiento con lo que nos toque vivir. Demos gracias a Dios por todo lo bueno que nos da y vivamos contentas con lo que tenemos. Recordemos siempre que lo mejor está por venir.

CONCLUSIÓN

Amiga cazadora, te aseguro que cuando empieces a practicar estos consejos, aprenderás cómo desarrollar la confianza en Dios, tu vida será más ligera y avanzarás cada día hacia el propósito que Él tiene para tu vida.

No importa que estés en medio de problemas, la confianza en Dios te hará mantener la calma, porque la paz sobrenatural de Dios llenará tu mente y tu corazón (Filipenses 4:7).

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Deseo que Dios te transforme en una mujer de fuerte y llena de confianza, tu amiga y hermana,

Lidia E. Cames

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