Tres armas contra el temor
10 noviembre, 2015Las noticias del día no determinan tu actitud
13 noviembre, 2015Esta es una promesa de libertad que Dios ofrece para quienes estén atados en algo que no les deja progresar:
«Pronto serán liberados los prisioneros, no les faltará el pan ni morirán en la cárcel». Isaías 51:14 TLA
Sus promesas son fieles y verdaderas.
Yo no sé cuál es la situación que hoy te roba la libertad o se la está robando a algún ser querido:
¿El pasado? ¿Temores? ¿Adicciones? ¿Relaciones destructivas o malsanas? ¿Emociones negativas? ¿Enfermedad? ¿Algún pecado que no puedes dejar?
Quizá estés sufriendo por alguien muy amado que está esclavizado en diferentes situaciones y necesita ser libre. El Señor promete libertad en su Palabra y hoy te dice que no te desanimes. Que ningún cautivo morirá en la cárcel.
Hay esperanza de cadenas rotas para los prisioneros. La prisión no es una situación permanente, porque el deseo de Dios no es que alguien muera en la condición de cautividad.
Dios te asegura la libertad a través de Jesucristo. Es el único que puede romper las ataduras de la esclavitud, cualquiera que sea. Él es suficiente porque la sangre que derramó en el Calvario tiene suficiente poder para liberar a los esclavos de enfermedades, emociones, relaciones o pecados.
Dice la Biblia:
«Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:36).
También te gustará leer: Verdadera libertad en Jesús
Toma hoy esta promesa de libertad que está a tu alcance: Acude a Jesús en oración y con un corazón humilde, reconociendo que tú no puedes hacer nada para salir de tu situación, pero que crees firmemente que Él sí podrá hacerlo por su amor y su poder.
Te aseguro que algo sucederá dentro de ti y eso que tanto te atraía, ahora no tendrás el mismo interés hacia ello. Empezarás a ver puertas abiertas de ayuda a través de personas o eventos. Dios te guiará hacia la libertad total con su mano amorosa.
Oramos por una promesa de libertad:
“Amado Jesús, reconozco que vivo atada/o por ____________.
Yo no puedo salir de esto por mí misma, ya no quiero vivir dependiendo de esto.
Creo la promesa de que seré libre y viviré en libertad a través de tu amor y poder, acepto tu sacrificio en la cruz y tu resurrección a mi favor. Te entrego confiadamente mi ser entero para llegar a ser la persona que tú quieres que yo sea y que tu propósito se cumpla en mí. Gracias por liberarme y por hacerte cargo de mi vida de ahora en adelante. Amén.”
Esta es una oración por otra persona que está cautiva:
“Padre Dios, vengo a pedirte por la vida de _________, que se encuentra atado/a por __________. Yo creo cuando dices en tu Palabra que ‘el preso agobiado será libertado pronto’; mi fe se fortalece cuando leo que ningún cautivo morirá en la cárcel. Hoy te pido que hagas realidad esta promesa en _______. Jesús dijo que nadie puede acercarse a Él si tú no se lo acercas (Juan 6:44); por eso te pido que le atraigas hacia tu Hijo, porque Él es el único que puede hacerlo libre y romper las cadenas de esclavitud que ahora le están atando. Declaro libertad y vida para esta persona en el nombre de Jesús. Amén.”
Amiga cazadora, seguramente conoces a alguien que necesita creer una promesa de libertad para su vida, compártele este mensaje y deja un comentario para que yo pueda saludarte. Que Dios traiga libertad a tu vida y a los que amas, tu amiga,
Lidia E. Cames
Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas