Navidad que transforma. El Reto de Navidad Día 14
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15 diciembre, 2024Amiga bella, hoy tenemos una preciosa reflexión, porque estudiaremos el capítulo 15 de Lucas, que nos ofrece una historia de amor y esperanza para ti y para mí. Te agradezco mucho que junto conmigo estés llegando al día 15 del Reto de Navidad para nuestra bendición y crecimiento espiritual.
En Lucas 15, Jesús nos regala tres hermosas parábolas que ilustran el amor infinito de Dios: la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. Cada historia revela el corazón compasivo de un Dios que busca, encuentra y celebra cuando volvemos a Él. En esta temporada navideña, recordemos que Jesús vino a salvarnos y darnos un nuevo comienzo. Hoy, reflexionemos especialmente sobre el hijo pródigo y su poderosa enseñanza para nuestras vidas.
La oveja perdida y la moneda perdida
Jesús cuenta primero sobre una oveja que se extravía. El pastor deja las 99 restantes para buscarla, y cuando la encuentra, celebra con alegría. Luego, una mujer pierde una moneda muy valiosa y no descansa hasta hallarla. Ambos relatos muestran cómo Dios nos busca incansablemente cuando nos alejamos.
Una historia de amor y esperanza
La parábola del hijo pródigo
Esta es una de las historias más conmovedoras de la Biblia. Un joven pide su herencia anticipadamente y se marcha lejos, malgastando todo en una vida desenfrenada. Cuando se encuentra en extrema necesidad, decide regresar a su padre con humildad.
Lo sorprendente es la reacción del padre: lo ve desde lejos, corre a su encuentro, lo abraza y organiza una gran fiesta para celebrarlo. A través de esto, Jesús nos muestra que Dios está siempre dispuesto a perdonar y restaurar a quienes vuelven a Él.
Sin embargo, el hermano mayor, lleno de resentimiento, se siente olvidado. Su actitud nos recuerda que también podemos alejarnos de Dios estando físicamente cerca, cuando permitimos que la amargura y el orgullo dominen nuestro corazón.
Lo que nos toca hacer hoy
En esta época de Navidad, cuando celebramos el nacimiento de Jesús, recordemos que Él vino para darnos vida nueva. ¿Hemos sentido que nos alejamos de Dios? Tal vez en nuestras responsabilidades diarias o en momentos de dolor, perdimos la esperanza o la fe. Dios nos llama a regresar a Él con un corazón arrepentido y sincero. No importa cuán lejos creamos estar, su amor nos espera con brazos abiertos.
Conclusión
Querida cazadora, hoy es un buen momento para examinar nuestro corazón. ¿Necesitamos volver a Dios? ¿Nos cuesta perdonar como el padre amoroso o cargamos con resentimientos como el hermano mayor? Pidámosle a Dios un corazón lleno de amor y gracia, especialmente en esta Navidad, cuando celebramos el regalo más grande: Jesús.
Oremos:
Amado Padre celestial, gracias por tu inmenso amor y misericordia. Hoy vengo a ti con un corazón humilde y agradecido. Gracias por buscarme cuando me he alejado y por recibirme siempre con brazos abiertos. Ayúdame a perdonar a quienes me han herido y a liberarme de cualquier resentimiento que pueda estar cargando. Renueva mi fe y enséñame a confiar en tu plan perfecto. En esta temporada de Navidad, quiero recordar que Jesús es el regalo más grande que recibo. Gracias por tu gracia infinita. En el nombre de Jesús.
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Que Dios te abrace con su amor, tu amiga,
Lidia E. Cames
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