Qué es tener fe en Dios

Tener fe no es sonreír cuando acabas de perder el empleo.

Tampoco la fe se demuestra cuando niegas que estás atravesando un fuerte problema familiar.

La fe no significa que ocultes tu dolor en medio del fracaso en ese proyecto que prometía tener un éxito rotundo…

No puedes esconder el miedo, el dolor, la decepción, la incertidumbre con un ‘gloria a Dios’… Eso no es fe: eso es negación de la realidad.

La fe en Dios no tiene que ver con tus emociones o sentimientos…

Entonces, qué es tener fe

La fe en Dios tiene que ver con lo que hablas con tu boca. Dice el salmista: «Creí; por tanto hablé, estando afligido en gran manera».

Él no negó que estaba afligido, pero declaró que a pesar de eso seguía creyendo en el Señor… Me imagino que a pesar de la aflicción, él hablaba de la grandeza y el poder de Dios, o sus promesas hechas con anterioridad.

Pablo también hace mención de este pasaje en 2 Corintios 4:13, cuando se refiere a los sufrimientos que tiene por causa de predicar el evangelio.

Pablo sufría persecución, aflicción, tribulación. Lo dijo, pero también dejó claro que creía que el evangelio que predicaba era la verdad, por lo tanto seguiría hablando. 

En el Salmo 116 podemos ver que el salmista da testimonio de cómo Dios lo libró de muchos peligros; pero en el versículo 10 dice algo muy interesante que fue clave para ver la mano de Dios: 

«Yo tenía fe, a pesar de que decía que era grande mi aflicción». Salmo 116:10 RVC

Entonces, creer consiste en hablar con la convicción de que lo que Dios ha prometido lo cumplirá. Ahora que ya sabes qué es tener fe, vamos al siguiente paso.

Cómo aplicar la fe

No importa que las emociones estén tan alborotadas como un huracán… Puedes decir lo mal que te sientes; pero que en medio de todo eso tú sigues creyendo que Dios te ha prometido que a los que le aman todas las cosas les ayudan para bien…

Tal vez estés en medio del desánimo total. No importa: dile a Dios cuán desanimada estás, pero que tú esperas que Él venga a darte nueva vida. Exprésale que sigues creyendo que Él es más grande que cualquier situación que te tiene en ese estado.

Clama por ayuda en medio de la desesperación que sientes. No la niegues, sino que tu boca diga:

«Yo sigo confiando en ti a pesar de que no veo nada, a pesar de que mi vida es un caos, sigo confiando en ti, mi Dios».

Te bendecirá mucho leer este mensaje: Tener madurez en la fe

El Señor encontrará tu fe con una gran pureza, como la del oro refinado. Extenderá su mano de poder y te sostendrá en medio de la tormenta.

Tomará tu mano y te sacará del pozo de la desesperación y pondrá tus pies sobre la roca firme que es Cristo. Eso es seguro.

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Lidia E. Cames

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