Nuevo pacto: nueva promesa

Este es el nuevo pacto que Dios ha hecho con todos los que Él ha elegido como su pueblo.

Tú eres elegida por Dios, porque Cristo murió en la cruz por toda la humanidad, así que esta nueva promesa es para ti, amiga.

Antes de que Jesús diera el Espíritu Santo, era muy difícil cumplir con las leyes y mandamientos que Dios le dio al pueblo. No tenían quien les ayudara.

Ahora sólo con creer en Jesús, el Espíritu Santo viene a vivir en ti para ayudarte y darte poder para cumplir con lo que a Dios le agrada.

Al estar leyendo esto el Señor te está marcando para bendecirte y llevarte a una nueva vida de libertad.

Aquí está el nuevo pacto:

«Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo». Hebreos 8:10b PDT

Si tú decides que Él es tu Dios, entonces Él mismo hará que tu mente tenga presente siempre sus mandamientos.

En tu pensamiento siempre estará presente su palabra… y no sólo eso, sino que también la grabará en tu corazón para que los puedas obedecer.

Esto lo hace el Espíritu Santo.

¿Cómo?:

Enseñándote, convenciéndote, guiándote, hablándote, limpiándote y transformando tu corazón duro en un corazón sensible.

Lo hará desde dentro de tu corazón, sin que te des cuenta o a través de la Biblia, que es la Palabra de Dios.

Nadie tendrá que obligarte, ni convencerte, Dios mismo hará que suceda esto en tu interior a través de su Espíritu.

Por eso es que el nuevo pacto está perfecto para nosotras que nos cuesta seguir instrucciones.

No es difícil que Dios te guíe cuando Él es el que pone dentro de ti el deseo de agradarle y seguir sus instrucciones.

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Oramos:

“Señor, gracias porque tu deseo es que tú seas mi Dios y que yo sea tu pueblo. Reconozco que es difícil para mí recordar tu palabra en mi diario vivir… y es más difícil todavía poner en práctica todo lo que tú quieres que haga.

Hoy decido que tú eres mi Dios y quiero ser lo que tú quieres que yo sea… Espíritu Santo, entra en mi mente y graba la palabra de Dios en mí, sella en mi corazón la voluntad de Dios y llévame a hacer lo que Él quiere para mi vida. Afirmo que tú eres el Señor de mi vida, tú eres mi Dios y yo soy tu escogida para grandes proyectos de tu corazón… y deseo agradarte. En el nombre de Jesús”.

Conclusión

Dejemos de pretender cambiar por nuestro esfuerzo y permitamos que Dios escriba su voluntad, sus deseos y sus sueños para nosotros en nuestro corazón. Entonces nuestra vida tendrá una transformación permanente.

¿Verdad que es más sencillo?

Entremos ahora en este nuevo pacto que Dios nos ofrece, querida cazadora de promesas, y olvidemos la culpa y el estrés por intentarlo en nuestras fuerzas.

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Dios te bendiga y te fortalezca, tu amiga,

Lidia E. Cames

Actualización del día 30 de agosto del 2019:

Una cazadora de promesas escribió un comentario en mi página de Facebook. Me pareció oportuno compartirlo contigo:

«Dios pondrá Sus leyes en nuestras mentes, de modo que las conoceremos; y sobre nuestros corazones, de manera que las amaremos. Así que, nosotras obedeceremos no por miedo al castigo, sino por amor a Dios». —Elizabeth Albuja de Núñez.

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