Gracia y paz: Regalo especial para los hijos de Dios
18 marzo, 2016No necesito más que a ti, Señor
23 marzo, 2016Este mensaje nos anima a que vivamos más que una semana santa, mi amiga. Dios desea que le entreguemos la vida entera, que todos los días de nuestra vida estemos unidas a Él.
Sería grandioso que esta semana santa te des la oportunidad de meditar en los motivos que tuvo Jesús para entregarse en sacrificio en aquella cruz, hace más de dos mil años.
En el plan perfecto de Dios, fue necesario que así sucediera para que la humanidad tuviera una oportunidad de ser libres de la esclavitud del pecado y sus efectos.
Sólo así podemos acercarnos a Dios en pureza y santificación.
En su grande amor, el Padre envió a su Hijo a rescatarnos de la muerte y reconciliarnos con Él.
A nosotros nos toca creer que ese sacrificio de Jesús en la cruz es suficiente para limpiarnos y santificarnos para acercarnos con confianza al trono de la gracia de Dios.
Vivamos más que una semana santa
Recordar lo que Jesús hizo no es tema para una semana al año, sino que todo el tiempo vivamos vidas santas. Esto significa una vida apartada para Dios, en perdón, en redención, en justificación y libertad del pecado.
El deseo de Dios es que aceptemos esa pureza que da la sangre de Cristo para vivir unidos a Él convertidos en sus hijos. Toda la vida y por la eternidad.
Medita estos pasajes bíblicos:
«Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado». 1 Corintios 6:11
«Tal como Dios nuestro Padre lo planeó, Jesús entregó su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo de maldad en el que vivimos». Gálatas 1:4
«Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados». Efesios 1:7
«Él dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado, para limpiarnos y para hacernos su propio pueblo, totalmente comprometidos a hacer el bien». Tito 2:14
«Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna». Juan 3:16
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El deseo de Dios es que desde ahora vivamos más que una semana santa, sino que cambiemos nuestra vida para siempre. Piénsalo y pon manos a la obra, mi amiga.
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Que Dios te guíe siempre, tu amiga,
Lidia E. Cames
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"LAS PROMESAS SON MÍAS Y YO LAS CREO UNA REALIDAD EN MI VIDA" AMÉN.