
Derramaré mi Espíritu sobre ti
1 enero, 2015
Cultivemos una fe que agrada a Dios
2 enero, 2015En los momentos más oscuros, recuerda esto
Querida cazadora, hay días en que todo parece temblar a nuestro alrededor: problemas económicos, enfermedades, preocupaciones familiares, decisiones que pesan… En esos momentos, el corazón puede llenarse de miedo o ansiedad. Pero es precisamente ahí donde nuestra fe puede levantarse como una bandera: la salvación viene de Dios, no de las circunstancias, no de las personas, ni de nuestras fuerzas. Solo en Él encontramos la salida perfecta, la ayuda verdadera y el descanso para el alma. Buscar a Dios en los tiempos difíciles no es solo un refugio, es una victoria asegurada.
La salvación es una decisión del corazón
«¡Que todo el mundo me busque para la salvación! Porque yo soy Dios; no hay otro». Isaías 45:22 NTV
Este llamado es para ti, mujer de fe. Y nuestra respuesta empieza con tres acciones muy claras:
- Decidir. Confiar en Dios no depende de cómo te sientas hoy, sino de una elección firme de tu voluntad. Es elegir creer, incluso cuando no ves solución.
- Buscar. Acércate a Dios con intención. Ora, clama, sumérgete en su Palabra, porque ahí se encuentra la respuesta que tanto anhelas.
- Declarar. Que tu boca se llene de fe, no de temor. Afirma con convicción: «Mi salvación viene del Señor. Él obrará en mi situación».

La salvación viene de Dios, no de las circunstancias
Aunque el panorama parezca desalentador, aunque el miedo golpee fuerte o el dolor sea profundo, la salvación viene de Dios. No hay situación demasiado compleja para Él, ni caos que no pueda ordenar.
Él:
- Acomoda lo que parece un caos.
- Sana lo que parece incurable.
- Restaura lo que se ha deshecho.
No estás olvidada. Dios está obrando detrás de lo visible. Y cuando menos lo esperes, verás cómo la salvación se manifiesta en tu vida de manera milagrosa.

Conclusión: Confía en el único que salva
Amiga, hoy es un buen día para tomar una decisión firme: creer que la salvación viene de Dios. No hay fuente más poderosa, amorosa y fiel que Él. Acostumbra tu mente a pensar así, y tu corazón comenzará a experimentar una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Oración final
Señor amado, hoy reconozco que mi salvación solo viene de ti. En medio del temor, el dolor o la confusión, decido buscarte con todo mi corazón. Ayúdame a confiar, a declarar con fe y a esperar en tu perfecta voluntad. Te entrego esta situación sabiendo que Tú me salvarás y restaurarás todo lo que el enemigo ha querido destruir. En el nombre de Jesús, amén.
Querida cazadora, si te ha gustado este mensaje compártelo en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post y deja un comentario. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, suscríbete aquí al blog:
Que Dios te bendiga siempre, tu amiga,
Lidia E. Cames
Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas






1 Comment
"LO PUEDO GRITAR CONFIADAMENTE… ¡DIOS ME HA SALVADO!" AMÉN.