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Navidad en medio de pruebas
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En Lucas 22 nos encontramos con el inicio de la última etapa de la vida de Jesús en la tierra, un capítulo que se acerca a la culminación de su propósito eterno: la entrega voluntaria de Jesús para darnos salvación. Aunque pueda parecer difícil conectar este pasaje con la Navidad, recordemos que todo comenzó con el nacimiento de un niño en Belén. Ese niño vino a cumplir la misión más importante de la historia: nuestra redención.
La entrega voluntaria de Jesús
La última cena: Una despedida cargada de promesas
Jesús compartió la Pascua con sus discípulos, estableciendo la Cena del Señor como un recordatorio de su sacrificio. En este momento tan íntimo, Jesús no solo reveló su entrega voluntaria, sino también nos dio un modelo de unidad y amor. Al participar en esta cena, les dijo: “Hagan esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Este acto nos invita a mantener su sacrificio presente en nuestras vidas, especialmente en Navidad, cuando celebramos que Él vino para darnos vida eterna.
El Getsemaní: Un ejemplo de entrega en medio de la angustia
En el huerto del Getsemaní, Jesús oró con profunda angustia, consciente del sufrimiento que enfrentaría. Sus palabras: “Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía” (Lucas 22:42), nos enseñan a confiar en Dios incluso en los momentos más difíciles. Un ángel vino para fortalecerlo, mostrando cómo Dios nos sostiene en nuestra debilidad. En esta temporada, podemos reflexionar sobre nuestra propia entrega a la voluntad de Dios, confiando en que Él está con nosotras.
El arresto y la tortura: Amor hasta el extremo
Jesús fue traicionado, arrestado y sometido a burlas y sufrimientos. Sin embargo, Él enfrentó todo con amor y valentía. La entrega voluntaria de Jesús fue posible gracias a su obediencia al Padre. Este sacrificio es el corazón de la Navidad: un Rey que dejó su trono para salvarnos, tomando nuestro lugar. Reflexionemos en el profundo amor que lo llevó a soportar tanto por nosotras.
Aplicación para nuestras vidas
Este pasaje nos motiva a:
- Recordar el propósito de la Navidad: Más allá de los regalos y reuniones, la Navidad es un recordatorio del amor de Dios y de su plan eterno de salvación.
- Vivir con gratitud y humildad: Así como Jesús se entregó por nosotras, podemos entregar nuestro corazón y acciones para servir a otros.
- Orar con confianza: En los momentos de dificultad, sigamos el ejemplo de Jesús, entregando nuestras cargas al Padre y confiando en su fortaleza.
Jesús vino al mundo en un pesebre para caminar hacia la cruz. En esta Navidad, celebremos el regalo más grande: su amor eterno y su salvación.
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Lidia E. Cames
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