Cómo entrenar el alma para la eternidad
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25 octubre, 2023A veces enfrentamos situaciones en nuestra vida que parecen tan difíciles como atravesar un desierto sin fin. También los tiempos de sequía espiritual, las pruebas y tribulaciones pueden hacernos sentir que la tierra de nuestra alma está seca y estéril. Sin embargo, en medio de este aparente paisaje desolado, tenemos una promesa en la Palabra de Dios que nos ofrece hacer brotar flores en el desierto. Esto nos brinda un bálsamo de esperanza que alivia nuestras emociones alteradas y ansiosas.
Mira el versículo bíblico:
«Se alegrarán el desierto y la tierra seca. El desierto se pondrá feliz y brotarán las flores silvestres». Isaías 35:1 PDT
Este versículo nos recuerda que en medio de la desolación, Dios tiene el poder de transformar nuestros secos desiertos en jardines florecientes.
El desierto en nuestra vida puede representar situaciones de soledad, pérdida, enfermedad o desesperación que hayas experimentado. En esos momentos de sequía espiritual y emocional, es fácil sentirnos desamparadas.
Pero recordemos que el Señor sabe transformar nuestra vida, incluso en medio de las circunstancias más difíciles y dolorosas. Así como en el desierto más árido, las flores silvestres pueden florecer, nuestra alma siempre encontrará una nueva frescura y alegría en la presencia de Dios.
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Flores en el desierto de la vida
Nos conviene tener presente que las flores silvestres que nacen en el desierto no son el resultado del esfuerzo humano, sino de la gracia divina. Del mismo modo, nuestra vida puede florecer cuando confiamos en la promesa de Dios y permitimos que su amor y su Palabra fortalezca nuestra alma. Él está presente incluso en los lugares más áridos, sólo Él es capaz de convertir nuestras pruebas en testimonios de Su gracia.
Entonces, ¿qué podemos hacer mientras creemos y esperamos esta promesa para nuestra vida? Te comparto tres prácticas que te ayudarán cada día a mantenerte firme:
1.- LA PACIENCIA EN EL PROCESO: Saber que Dios puede hacer brotar flores en el desierto nos anima a ser pacientes y confiar en su plan divino incluso cuando no comprendemos lo que está sucediendo.
2.- LA GRATITUD EN LA ADVERSIDAD: A pesar de las pruebas, recordemos siempre las bendiciones que hemos recibido y agradezcamos a Dios por Su amor constante.
3.- LA FORTALEZA EN LA FE: Mantengamos nuestra fe firme, sabiendo que Dios es capaz de cambiar cualquier situación y crear belleza de la desolación.
Conclusión
Así que, en medio del proceso y la aridez, en esos momentos en los que parece que no hay razón para sonreír, recordemos que Dios es el gran Hacedor de milagros. Él puede convertir nuestros desiertos en jardines y nuestras pruebas en testimonios de su amor y fidelidad.
Encomendamos nuestras vidas a Dios, confiando en que, así como Él hace nacer las flores en el desierto, también hará que nosotras florezcamos en su tiempo perfecto. Que tu fe siga diciéndole al mundo que, incluso en medio de las dificultades, se puede encontrar alegría y esperanza en el Dios que cumple us promesas.
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Que Dios te bendiga y te llene de su gracia, fortaleciéndote en cada etapa de tu vida, tu amiga,
Lidia E. Cames
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Gracias por compartir, bendiciones.