
Adoremos sólo a Jesús
22 febrero, 2015
Una fe firme y decidida
23 febrero, 2015Cazadora, ¿alguna vez te has sentido perdida, sin saber cuál paso dar o qué decisión tomar? No estás sola. Cada día trae consigo nuevas preguntas, pero también nuevas oportunidades para escuchar la voz de Dios y confiar en que Él nos guía con amor. Hoy es una buena oportunidad para pedirle: Enséñame el camino, Señor. Por eso quiero invitarte a reflexionar sobre una promesa poderosa que encontramos en el Salmo 32:8.
Dios mismo se compromete a enseñarte el camino correcto y a cuidarte en cada paso. Así que tómate unos minutos, respira profundo y abre tu corazón a esta palabra
Además de guiarte por la mejor ruta de vida, también te mostrará la mejor forma de hacer las cosas y el mejor lugar donde te conviene estar. Él te enseñará todo lo que necesites saber. Así lo dice la Biblia:
«Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos». Salmo 32:8
Es una oración muy corta, pero si la haces con fe y entrega, Dios te va a sorprender:
Enséñame el camino, Señor

Si tenemos un poquito más de tiempo, por ejemplo, al levantarnos en las mañanas podríamos hacer una oración más completa.
Oramos así:
«Gracias Padre Dios, por tu cuidado. No hay temor en mi vida cuando me dices que siempre me estás mirando… Sé que me cuidas y me proteges.
«Yo no puedo ver lo que hay delante de mí; pero sé que tú haces a un lado todo lo que no voy a poder manejar. Me libras de peligros y de tentaciones.
No sé a qué me voy a enfrentar este día; pero tengo en mi corazón la promesa de que tú me vas a mostrar el camino.
Sé que me vas a enseñar lo que necesito para ir en la dirección en que está ese gran propósito que tienes para mi vida.
«Te pido que abras mis ojos, mis oídos y mi entendimiento para que yo pueda seguir tus instrucciones.
Aunque a veces no las comprenda del todo, quiero seguirte. Enséñame el camino, Señor, porque no quiero equivocarme y perderme.
Háblame de manera que yo te escuche y sepa que eres tú quien me está hablando. Es mi deseo agradarte y avanzar hacia donde tú quieres que llegue.
En el nombre de Jesús. Amén».
Querida cazadora, no importa cuán incierto parezca el día, si comienzas con una oración sincera, Dios te mostrará su camino. Él no solo te observa desde lejos, sino que está cerca, guiándote con ternura y propósito. Haz de esta oración una parte de tu rutina diaria y verás cómo se fortalece tu confianza en Aquel que nunca falla. Él tiene grandes planes para ti. ¡Confía y camina con fe!
Si te ha gustado este mensaje, compártelo en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post y deja tu comentario. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, suscríbete aquí al blog:
Te deseo la luz de Jesús en todo lo que hagas, tu amiga,
Lidia E. Cames
Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas
1 Comment
AMENNNNN