La Palabra de Dios no vuelve vacía
5 octubre, 2015Tener madurez en la fe
7 octubre, 2015Consulta:“Estuve casada por casi 15 años con un hombre que fue muy infiel. La última mujer con quien mi ex-marido anduvo fue muy mala que llegó a insultar a mis hijos. El mayor fue muy dañado al ver que su padre nunca lo defendió cuando la mujer le decía cosas malas.
Él es muy inteligente y buena persona, el Señor lo ha usado y ha profetizado también. Pero se alejó del Señor y ahora tiene una pareja del mismo sexo. Él trajo a esa persona a vivir a mi casa sin decirme que era su pareja. Juan me decía que tenía esas tendencias y orábamos para que nunca cayera en esa clase de vida. Pero sucedió.
Yo lo quise correr, pero me detuve. No sé si fue el Señor quien me detuvo porque al correrlo el iba a vagar en las calles y perderse más. Me duele mucho lo de mi hijo y siempre oro al Señor por él. Yo no quiero esta clase de vida para mi hijo. ¿Qué puedo hacer?”
Respuesta:
Querida amiga, eres muy valiente al haber decidido aceptar atu hijo, estás dando el primer paso para ayudarle. Dios te dará la fuerza para luchar e interceder por él ante el trono de la gracia.
Observo que, tanto la infidelidad y falta de apoyo de su padre, como el divorcio en circunstancias trágicas, fueron detonantes decisivos para las elecciones equivocadas de tus hijos para sus vidas. Sé que tus
oraciones los harán reconsiderar y empezarán a decidir el camino correcto, que ellos ya conocen.
En cuanto a tu hijo Juan, hay algunas acciones que te sugiero que tomes para continuar con tu propósito de ayudarle y lograr que restaure su relación con el Señor.
Primero. Partimos de lo que la Palabra de Dios dice para estos casos:
Yo sé que tú conoces estos pasajes bíblicos, si no fuera así, no estarías tan ocupada en este asunto. Pero quiero establecerlo para tener el fundamento bíblico. También creo que, si tu hijo ha sido usado por Dios en el pasado, él también sabe que a Dios no le agrada la forma de vida que lleva.
Aunque creo que también saben que el Señor siempre está dispuesto a perdonar y a salvar:
Segundo. Guía a tu hijo a pedirle perdón a Dios con verdadero arrepentimiento y a pedirle ayuda. En caso de que él no quiera hacerlo, hazlo tú a nombre suyo (lee Daniel 9: Daniel era un hombre temeroso de Dios, sin embargo, él tomó como propio el pecado de su pueblo), y tú perdona a tu hijo por las decisiones equivocadas que ha tomado.
¿Por qué lo tienes que perdonar tú?
Porque a ti te duele lo que él hace; y cuando sufres por algunas situaciones, casi siempre es porque te ofende; y cuando hay ofensa, siempre hay que perdonar. Esto es muy necesario cuando se va a ejercer el ministerio de la intercesión. Te dará libertad para orar y para acercarte a tu hijo con más confianza.
Tercero. Veamos otras escrituras:
No te preocupes, porque Dios te va a respaldar este paso de obediencia. Es muy posible que se vaya a vivir con esa persona (no se lo sugieras, pide a Dios que sea el otro quien se vaya). Pero aunque tu hijo decidiera vivir fuera de tu casa, tus oraciones moverán la mano de Dios para obrar con poder en su corazón.
Amiga, en este proceso es necesario que deposites toda tu confianza en Dios, de tal manera que nada de lo que veas o escuches te conmueva. Debes estar firme en la fe de que Dios actuará a favor de tu hijo a pesar de las circunstancias que se desaten.
Cuarto. Si tu hijo está consciente de que está fuera de la voluntad de Dios y él quiere cambiar, busca ayuda profesional cristiana. Un psicólogo cristiano que ministre de acuerdo a la Biblia y bajo el poder del Espíritu Santo, podrá brindar la ayuda que Juan necesita.
Te recomiendo que ores al Señor para que te dirija hacia la persona idónea. Después de orar podrías preguntarle a tu pastor o pastora… seguramente ellos podrán recomendarte a alguien.
Quinto. Tendrás que intensificar tu oración y reforzarla con el ayuno. Mira lo que Jesús dijo:
La homosexualidad no es algo aprendido o que las personas deciden por voluntad propia: son espíritus del mal que influyen en ellas. Hasta los hacen hablar diferente, moverse diferente, pensar diferente. Así que esta guerra no es contra personas, mira lo que dice la escritura:
Tanto si Juan quiere cambiar, como si no quiere hacerlo, no dejes de orar y ayunar; ya sea para que el Espíritu Santo lo convenza de pecado, o para respaldar su fe y su valentía para buscar la ayuda de Dios.
Sexto. Descansa totalmente en el Señor. No lo sufras, sino confía en que Dios es poderoso para hacer mucho más de lo que pedimos o imaginamos. Deposita toda tu confianza en Él, dale tu necesidad, dale gracias por el propósito que ha diseñado para Juan y recibe su paz abundante.
Necesitas buscar la llenura fresca del Espíritu Santo para poder amar a tu hijo en este proceso, además para que puedas ejercer la paciencia que necesitas para esperar el tiempo de Dios. Confía en que Dios lo enseñará, quitará vendas de sus ojos, romperá cadenas de opresión y hará huir al enemigo de la vida de Juan. No bajes los brazos, ¡no te des por vencida!
Prepárate porque Dios te va a sorprender. Eso que ahora tú lo ves como un problema, muy pronto será testimonio para la honra y la gloria de Dios. La victoria ya la ganó Cristo Jesús en la cruz del Calvario. ¡Un abrazo, amiga!
Por último, tienes que ser consciente que tú no eres responsable de las decisiones de tus hijos. Tampoco tienes control sobre lo que ellos hagan. Deja eso en manos de Dios y recibe su paz.
No puedes vivir la vida de ellos. Deja que ellos la vivan y que el Señor sea quien haga su voluntad, si ellos se lo permiten.
También pueden ayudarte estos temas:
VIDEO: PROMESAS DE DIOS PARA LOS HIJOS
2 Comments
¡UN GRAN PROBLEMA! PERO LEYENDO LAS CITAS BÍBLICAS QUEDA CLARO QUE DIOS ES MUCHO MÁS GRANDE QUE CUALQUIER SITUACIÓN DIFÍCIL QUE ENFRENTAMOS; ME ES MUY ACERTADA LA RESPUESTA Y ME UNO EN ORACIÓN PARA QUE DIOS ENVÍE SANIDAD Y RESTAURACIÓN EN SU FAMILIA. ¡DIOS TE BENDIGA Y SIGA USANDO LIDIA! AMÉN.
Gracias Carlos… Dios te bendiga!