Día de las madres: Celébrate con amor y gratitud

Día de las madres… y tú sientes que nadie recuerda celebrarte como quisieras. Tal vez esperabas flores, palabras, una comida especial o simplemente un «gracias mamá», pero el día ha pasado sin esa atención que anhelabas. No estás sola. Muchas mujeres experimentan esa tristeza silenciosa. Sin embargo, hoy quiero invitarte a hacer algo diferente: ¡Celébrate tú misma!

Solo tú sabes todo lo que has vivido para ser la madre que eres. Has llorado en silencio, has tenido dudas, te has sentido culpable muchas veces, pero jamás dejaste de dar lo mejor de ti. Aun con errores, has amado profundamente y eso es digno de honrar.

Recuerda lo que dice la Palabra:

📖 «Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro». Proverbios 31:25 NTV

No necesitas que alguien más reconozca tu valor para saber que eres una buena madre. Hoy, haz una pausa y en este día de las madres mírate con los ojos de Dios: Él ve tu esfuerzo, tu entrega, tu amor.

Tú sabes lo que nadie ve

Cuando sientas que nadie te celebra, recuerda que Dios sí lo hace. Él ha estado contigo en cada desvelo, en cada oración por tus hijos, en cada momento donde decidiste dar sin esperar nada a cambio. No minimices lo que has hecho solo porque otros no lo notan.

Haz que este día de las madres sea diferente

Regálate un momento de paz, algo simbólico, una nota para ti misma o una comida especial. Siembra en tu corazón una nueva forma de celebrar: la gratitud por lo que eres, lo que has vivido y lo que aún puedes seguir dando. Hoy puede ser el inicio de una celebración diaria por ser mamá.

Oración de una madre agradecida

Señor amado,
hoy vengo ante ti con el corazón sensible,
agradecida por el privilegio de ser madre.

Gracias por darme fuerza en los días difíciles,
sabiduría en mis errores
y amor suficiente para entregarlo todo, incluso cuando me sentí vacía.

Tú conoces cada lágrima que he derramado,
cada temor que he callado
y cada decisión que he tomado con el deseo de hacer lo mejor.

Hoy no espero reconocimiento humano,
porque sé que tú has visto todo.
Y eso basta para que me sienta amada, valiosa y honrada.

Gracias por mis hijos, por mi historia,
y por darme la oportunidad de aprender a amar como tú amas.
Hoy me celebro contigo, Señor…
y descanso en tu aprobación.

Amén.

Amiga bella, si te gustó este mensaje, compártelo en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post y deja algún comentario. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, suscríbete aquí a nuestro blog:

Que el Señor conforte tu alma hoy, un abrazo,

Lidia E. Cames

Síguenos en Instagram: @arcoirisdepromesas