Sacrificio y amor de una madre
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20 mayo, 2024La oración es una parte fundamental de la vida cristiana. No solo es un medio para hacer peticiones a Dios, sino también una forma de agradecer, adorar y confesar sus promesas sobre nuestras situaciones. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto que en la oración encontramos paz, descanso y nuevas fuerzas. Amiga, en este artículo, descubre la paz en la oración, porque exploraremos cómo la oración puede ser un camino hacia la tranquilidad en medio de las dificultades.
Es importante saber esto, porque si nosotras pedimos, agradecemos, adoramos y confesamos la Palabra desde nuestra desesperación con debilidad, sin recibir alivio a nuestros quebrantos, entonces va a persistir en nuestro corazón ese sentimiento de soledad, abandono, dolor y angustia. Esto debilita profundamente nuestra fe mi amiga.
Descubre la paz en la oración
Recordemos que la presencia de Dios en nuestra vida es la mejor fuente de gozo, paz, fortaleza y bendición. Esa fuente nunca se agota y siempre está disponible para nosotras; pero debemos acceder a ella, hablando con Dios y abriendo nuestro corazón.
Oremos de tal manera que toda ansiedad y preocupación se alejen, aunque las circunstancias no cambien como nosotras lo deseamos. Esto nos ayudará a reforzar nuestra confianza en Dios mientras esperamos que Él calme las tormentas que estamos atravesando. A eso le llamamos madurez y crecimiento en la fe.
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Cómo orar en medio de la tormenta
Personalmente yo haría una oración como la siguiente:
Gracias mi Dios, por amarme y perdonarme, porque eres muy bueno conmigo y me llenas de bendiciones cada día. Gracias porque me proteges del peligro y me provees de todo lo que me hace falta.
Te amo Señor, porque sólo tú eres mi fuente de fortaleza, amor, alegría, paz y descanso para mi alma. Eres el único en quien yo puedo confiar sin temor a ser abandonada en medio de la tormenta. Ayúdame a ser consciente de tu cuidado y amor, permíteme disfrutar de tu presencia que me rodea aquí y ahora.
Padre mío, vengo a ti con la confianza de que eres mi torre fuerte, donde puedo refugiarme y encontrar alivio a esta marea de emociones que me debilitan. Te entrego todo lo que me preocupa: mi familia, mi trabajo, mi corazón, mi futuro, mi salud, mis finanzas y aún todo aquello que desconozco.
Recuérdame siempre tus promesas, tu fidelidad y tu bondad para que mi corazón tenga calma mientras espero las respuestas que tienes para todas las peticiones que he puesto delante de ti. Adoro tu grandeza, tu santidad y tu gran poder, Señor. Bendito sea tu nombre por siempre, toda gloria, toda honra sean siempre para ti. En el nombre de Jesús.
Encontremos consuelo en la presencia de Dios
La oración es más que una simple comunicación con Dios; es un medio para encontrar paz en medio de las tormentas de la vida. Al acercarnos a Dios con gratitud, adoración y confianza, experimentamos su amor y cuidado de una manera poderosa.
Querida cazadora de promesas, sé una mujer que descubre la paz en la oración, fortalece tu confianza en la fidelidad y bondad de Dios. Deseo que en medio de las luchas, encuentres consuelo en su presencia.
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Que Dios llene tu corazón con su paz sobrenatural, tu amiga,
Lidia E. Cames
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