Tu reconciliación con Dios
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11 junio, 2015¿Por qué debes tener cuidado con el enojo?
Dios no te prohíbe que te enojes, porque ésta es una emoción que forma parte de tu naturaleza, Dios te hizo así: a su imagen y semejanza.
En muchas porciones de la Biblia se menciona la ira de Dios. En ninguna parte niega que Dios se enoje, sólo que dice que Él es ‘tardo para la ira’, pero ‘grande en misericordia’ (Éxodo 34:6).
¿Por qué Dios te diseñó para sentir enojo?
El enojo sólo debería ser una especie de alerta para tu vida, porque el enojo te está avisando que algo no está bien dentro de ti.
Por eso es necesario que cuando te enojes te hagas la pregunta: ¿Por qué me causa molestia esto?
Un ejemplo: Te enojas porque tu hijo pequeño no ordena su cuarto de la forma exacta en que tú le enseñas, te desesperas y lo regañas… ¿Por qué te enojas? Si analizas, te darás cuenta que tu hijo es pequeño y no percibe el orden como lo percibes tú.
Por otro lado, es posible que tenga que ver con un deseo de controlarlo todo y que todo se haga como tú ya lo planeaste en tu mente.
Otra cara del enojo son las heridas y esta es el motivo más común para empezar una pelea. Te enojas cuando alguien te ofende, pero el enojo no es real, sólo es una máscara para no dar a conocer que te ha lastimado.
Por eso ten cuidado con el enojo
En este caso, lo que yo te recomiendo es que primero perdones al que te está ofendiendo, e inmediatamente después le hagas saber que te ha ofendido. No serás más débil si reconoces que te lastiman, sino que estarás dando un paso adelante en tu lucha contra el enojo.
Lo que Dios quiere es que tú aprendas a controlarlo, no que el enojo te controle a ti; porque cuando te enojas puedes ofender o lastimar, con palabras o con acciones. La Biblia dice que si ofendes a “uno de estos ‘sus’ hermanos más pequeños” a Él lo ofendes (Mateo 25:30).
Después de esto, es necesario que decidas echar fuera de tu vida el enojo como reacción ante las cosas que sientes en tu interior o lo que sucede fuera de ti. Renuncia a la ira, deséchala cuantas veces se acerque a ti.
No te rindas porque es un proceso que lleva un tiempo, pero con una gran recompensa de un «espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios». 1 Pedro 3:4
Muy pronto estarás en condiciones de ejercer dominio propio y el enojo pasará a ser una emoción más en ti. Quizá lo vas a sentir, pero lo vas a dominar. Así no habrá pecado en tu enojo.
Finalmente
Medita en esto que dice la Biblia:
«Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día». Efesios 4:26 DHH
No dejes que el enojo se instale en tu corazón, antes que termine tu día, tendrás que echarlo de tu vida y hacer las paces con Dios. Si dejas que el enojo te acompañe toda la noche, al otro día puede empezar a convertirse en resentimiento. ¡Mucho cuidado!
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Que Dios te fortalezca cada día, tu amiga,
Lidia E. Cames
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