Creer sin ver

Eres dichosa, feliz, bendita, porque creer sin ver te hace una mujer bienaventurada. Porque sin haber visto a Jesucristo creíste que Él murió y resucitó de los muertos.

Tú calificas para esta promesa que significa que tienes una bendición muy especial.

Hay personas que necesitan ‘ver para creer’. Así como el apóstol Tomás, quien no solamente quería ver, sino tocar las heridas de Jesús.

Y yo creo que no hay nada malo en esto. Lo digo por la respuesta de Jesús a la duda de Tomás. Lo animó a que viera y tocara para que se convenciera.

Él no condenó a Tomás; pero sí dejó bien establecido que es mucho mejor creer sin ver. Así lo dice la Biblia:

Disfruta de ese gozo especial que te ha sido dado, porque tú no te mueves por lo que ves, sino por lo que crees.

Eso se llama fe en la Palabra de Dios, en sus promesas, en su amor, en su fe y su bondad.

Amiga, hay muchas bendiciones para todas las personas que deciden creer sin ver. Porque cuando crees, estás en camino de ver hechas realidad las promesas de Dios en tu vida.

Oremos hoy:

«Señor, yo creo en ti y te creo a ti, ayúdame a creer firmemente cuando la duda me asalte. Ayúdame a creer más en todo momento.

Aunque yo no vea tu respuesta todavía, ayúdame a mantenerme firme creyendo. No permitas que mis ojos necesiten ver primero, para creer.

Deseo ser bienaventurada por creer sin ver. En el nombre de Jesús».

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Que Dios aumente y fortalezca tu fe en este día, tu amiga,

Lidia E. Cames

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