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El versículo de hoy nos da a entender que a Dios le interesa que haya coherencia entre pensamiento y conducta de sus hijas. Mira:
«Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos». Jeremías 32:39 NVI
¿Qué quiere decir esto?
A veces sucede que cuando quieres hacer lo bueno, terminas haciendo lo malo que no deseas hacer.
¿Te suena familiar? A mí sí.
También le pasaba al apóstol Pablo. Así lo dice en Romanos 7:18, 19 NVI:
«Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero».
Así es la naturaleza humana: piensas una cosa y haces otra, a veces lo que hablas es muy distinto a lo que haces, y así te contradices.
No es que una no quiera, sino que sencillamente no podemos porque somos humanas y fallamos.
Dios pondrá coherencia entre pensamiento y conducta.
Sin embargo, no tenemos que quedarnos con eso, porque Cristo murió en la cruz para romper la esclavitud del pecado en nosotras. Lo que necesitamos es creer y recibir la promesa de este día.
Dios que es nuestro dueño y Señor se encarga de cambiar nuestro corazón, nuestra mente y nuestra conducta.
Él hace que todo combine. Unifica pensamientos, palabras y comportamientos para que siempre hagamos lo que a Él le agrada. Esa es la coherencia entre pensamiento y conducta.
Entonces, no te mortifiques ni te culpes, a ti te toca ir a la presencia de Dios para pedirle que haga realidad esta promesa en tu vida
También te ayudará: «El querer y el hacer van de la mano»
Empezarás a notar los cambios en tu vida, porque los cambios empezarán desde lo profundo de tu corazón.
Y estos cambios traerán bendición para tu vida, pero también a tus generaciones, tendrás hijos bendecidos, porque la recompensa de tu entrega a Dios los alcanzará a ellos también.
Sólo abre tu corazón y dale entrada libre al Espíritu Santo para que trabaje en ti y pueda establecer congruencia en todo lo que pienses, digas y hagas. Por tu bien y el de tus hijos.
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Que Dios tome el control total de tu vida, tu amiga,
Lidia E. Cames
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