Premios a la obediencia
26 octubre, 2015El gozo es buena medicina
29 octubre, 2015Necesitamos que sea bienvenida la gracia de Dios en nuestra vida en este día, mi amiga. Dios le dijo lo siguiente al apóstol Pablo ante una petición que le hizo:
«Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». 2 Corintios 12:9 NTV
La gracia de Dios es todo lo que necesitamos.
Sin embargo, es muy difícil permitir que Dios use nuestro problema para mostrar su poder actuando a través de nosotras en medio de la adversidad.
Son esos días en que oramos para que nos sane de la enfermedad, y no llega la sanidad. O tal vez oramos para que Dios cambie a nuestros hijos o nuestro esposo, y no vemos ningún cambio.
Quizá has orado para que te dé un trabajo con un mejor sueldo y no logras conseguirlo. Es posible que estés cuidando un familiar que sufre una grave enfermedad, y le has pedido a Dios que lo levante de ese dolor, y nomás no sucede nada.
No hemos sido entrenadas para soportar el sufrimiento, el dolor, la aflicción, y no queremos experimentar nada de eso; así que le pedimos a Dios que solucione todos nuestros problemas.
También puedes leer: «Gracia y paz: Regalo especial para los hijos de Dios«.
Pero a veces, Él tiene otros planes. El Señor quiere mostrar su poder a través de las situaciones que vives, y ahí es donde necesitas su gracia.
Es bienvenida la gracia de Dios
Es necesario que decidas confiar totalmente en la gracia de Dios. Con ella podrás alcanzar lo que parece imposible a pesar de lo que te esté atormentando. Porque con su gracia podrás ver operando milagros en ti, y a través de ti.
Tal vez te creas débil o incapaz, pero la gracia de Dios entra en funciones precisamente cuando te rindes ante Dios y dejando que Él en su poder, bondad y misericordia te ayude a lograr eso que tú ves inalcanzable.
Su gracia te da fortaleza para soportar la enfermedad y tener contentamiento en tu espíritu…
Su gracia te ayuda a tener paciencia y amor por ese hijo difícil…
Con su gracia aprendes a agradecer por el trabajo que tienes en vez de quejarte por el poco sueldo…
Es su gracia la que te va a traer consuelo y fortaleza en los momentos de cansancio cuando cuidas a un familiar postrado en cama.
La gracia de Dios te hace fuerte, paciente, amorosa, agradecida y mucho más.
En todos estos casos la gracia es el poder de Dios sosteniéndote para que no caigas.
Es decir: No importa lo que sientas, lo que veas, lo que oigas. El poder de Dios obrará en ti encima de todas las circunstancias.
Exponle tu debilidad y Él se encargará de hacer lo sobrenatural a pesar de esa debilidad para gloria de su nombre. Procura que siempre sea bienvenida la gracia de Dios en tu vida mi amiga.
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Deseo que Dios te fortalezca siempre, tu amiga,
Lidia E. Cames
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